Cuánta ironía hay en el destino cuando te dedicas toda tu vida a un deporte tan peligroso como el boxeo, sobrevives y eres un grande de tu época, te retiras y un día, al cruzar una calle, un auto de atropella.
Eso mismo pasó a Pernell Whitaker en Virginia y nos da pie a recordar otras muertes absurdas que han ocurrido en el deporte.
2000: Aurelio Rodríguez
El finísimo tercera base que jugó 17 temporadas, 9 de ellas con los Tigres de Detroit con quienes ganó un Guante de Oro, murió a los 52 años cuando, al salir del Estadio Tigre donde había asistido a una reunión de exjugadores, caminaba por la calle de la ciudad de sus grandes éxitos y una señora sufró un infarto al volante.
El automóvil sn control se subió a la banqueta que atopelló a Aurelio para cegar su vida.
Curiosamente sólo tres peloteros cuyo nombre de pila es “Aurelio” han jugado en Grandes Ligas y los tres murieron en accidentes de auto: el mexicano Aurelio López y el cubano Aurelio Monteagudo, quien falleció en México.
2002: Nelson Barrera
Jonronero de los Diablos Rojos. Leyenda de la Liga Mexicana de Beisbol, pegó casi 3 mil hits y 455 vuelacercas.
Ya retirado y en labores de manager se encontraba en su casa de Campeche arreglándola cuando un quiso mover un toldo atorado en unos cables y falleció por una descarga eléctrica. Contaba con 44 años.
2004: José Luis Cicciufo
El futbolista argentino que levantó la junto a Maradona la Copa del Mundo de 1986, lateral izquierdo de la albiceste encontró su sino trágico cuando, al salir de cacería un absurdo accidente con un escopeta lo mató a los 43 años de edad.
Cucciufo recibió un impacto de bala de su propia arma al dispararse esta accidentalmente mientras viajaba en una camioneta. Traía la escopeta entre las piernas y recargada en el abdomen.
1988: Ramón Bravo
El ‘Jacques Costeau’ mexicano, oceanógrafo y nadador que participó en Panamericanos y Olímpicos de Londres 1948.
Trabajó por su cuenta en la investigación submarina y también con el mítico francés, muchas veces tentó a la muerte en expediciones donde nadaba en una caverna llena de tiburones dormidos.
Recibió heridas graves de los escualos, pero la muerte burlona se lo llevó por electrocución cuando cambiaba un foco en su casa en Isla Mujeres. Tenía 72 años.
2019 Pernell Whitaker
El ‘Chicharo Dulce’ que enfrentó a temibles rivales como Chávez, De la Hoya, Trinidad y Ramírez encontró la muerte en una bocacalle de Norflok, Virginia, al ser arrollado. Tenía 55 años.
1992: Denny Hulme
El neozelandés campeón de F1 en 1967 logró salir de pie y vivito a la era más peligrosa del automovilismo, donde los pilotos morían a puños. Hulme se retiró pero siempre tuvo en las venas el virus de la competencia.
A los 56 años corría los 1,000 kilómetros de Bathurst en Australia cuando su auto se salió bruscamente de la pista y se quedó parado. Había sufrido un infarto fulminante y los insólito se convertía en el primer campeón mundial que había muerto por causas naturales.
1958 Mike Hawthorn
El inglés se coronó en la F1 en 1958 y se retiró luego del GP de Marruecos tras ver en llamas a su colega Stuart Lewis-Evans por un accidente. Lewis Evans moriría seis días después y con él los deseos de Hawthorn de seguir en el deporte motor. Pero nadie sospechaba que apenas tres meses después él moriría en un accidente de tráfico al jugar un arrancón con Ken Walker.
Lo verdaderamente macábro fue que Hawthorn, se supo después, sufría una enfermedad renal terminal y tenía una expectativa de vida de unos meses apenas. Tenía 30 años.
ESPN