En una remota zona del desierto del Sáhara se encuentra una fosa volcánica de mil metros de profundidad que, vista desde el espacio, parece una macabra calavera, según muestran fotos de la NASA.
El Observatorio de la Tierra de la NASA informó la semana pasada de que un astronauta a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) avistó la extraña formación en los montes Tibesti, en la República del Chad. Las fotos fueron tomadas originalmente en febrero de este año y posteriormente compartidas por la NASA.
“La fosa volcánica de mil metros de profundidad y el lago de soda Trou au Natron, en el norte de Chad, tienen el aspecto de un rostro fantasmal que te mira fijamente”, explicó el Observatorio de la Tierra de la NASA en un blog la semana pasada.
Las fotos muestran lo que parece ser una enorme formación craneal, con dos cuencas oculares y una nariz, rodeadas de un material blanco que da la apariencia de un cráneo.
De acuerdo con la NASA, las cuencas oculares y la nariz son en realidad “conos de ceniza, colinas cónicas empinadas construidas alrededor de respiraderos volcánicos”, mientras que el material blanco es “una costra mineral hecha de una sal conocida como natrón”.
Las montañas Tibesti están consideradas una de las zonas más remotas y aisladas del mundo, lo que ha dificultado a los científicos la investigación del Trou au Natron.
La NASA señaló que las investigaciones indican que la zona estaba llena de un lago glaciar hace unos 14 mil años, y que las muestras de algas acuáticas fosilizadas recogidas en 2015 datan de hace unos 120 mil años.
El mes pasado, la NASA publicó imágenes que mostraban otra “cara espeluznante” que fue captada cuando la sonda espacial Juno pasó por Júpiter.
“La imagen muestra nubes turbulentas y tormentas a lo largo del terminador de Júpiter, la línea divisoria entre los lados diurno y nocturno del planeta… el bajo ángulo de la luz solar pone de relieve la compleja topografía de las características de esta región, que los científicos han estudiado para comprender mejor los procesos que tienen lugar en la atmósfera de Júpiter”, explicó la agencia.
La NASA dijo que las personas que detectan rostros en imágenes espaciales es un caso de pareidolia, definida como “el efecto que hace que los observadores perciban rostros u otros patrones en patrones en gran medida aleatorios.”
Excélsior