LA PASCUA.

En nuestro calendario siempre hay fechas conmemorativas, algunas que por su importancia merecen descanso laboral como el natalicio de Benito Juárez, el día Internacional del Trabajo, así como celebraciones que nacen del sentido de afecto al que somos parte, como el día de la Madre, el del Niño, el de San Valentín y otros más que son recordados por una gran parte del mundo, sobre todo en el occidente como son, el Nacimiento de Jesús, su vida, muerte y resurrección, precisamente la semana en que estamos, la Pascua.

Pascua significa “paso” o “tránsito”, es traducción del arameo y del hebreo, idioma que utilizó Jesucristo, “…habiendo llegado la hora de pasar de este mundo al Padre” refiriéndose al paso de Pascua, no al cambio de lugar sino a la transformación según las escrituras, San Juan 13:1.

La historia del pueblo judío celebraba el éxodo de Israel, es decir, la liberación de los hebreos en el antiguo Egipto hacia la tierra prometida; lo cual, se recordaba con una cena familiar para conmemorar este “paso”, la entrada a la libertad. La fiesta consistía en preparar panes ázimos, hierbas amargas y salsa roja. Cada uno significaba la miseria, los trabajos pesados y la esclavitud. La Pascua es “el paso de Dios” que evoca el cambio de la opresión a la libertad, así como la espera del Mesías que llegaría a darles la libertad definitiva.

La última cena del Señor Jesucristo coincide con esta celebración, el día 14 del año de Nisán; el primer mes del año hebreo, que inicia con la salida del pueblo de Israel de Egipto. La liturgia de la iglesia pone énfasis en el pan y el vino, según la cultura semita, el pan significaba el cuerpo, y el vino la sangre, la sustancia de vida, haciendo relación al sacrificio que estaba por venir en la muerte del hijo de Dios para pasar a la vida, éste fue el significado de la Pascua de Cristo, denominado así como la “Cena del Señor” por el apóstol San Pablo.

El concilio de Nicea en el año 325, instauró la Pascua en el domingo siguiente de la luna llena del equinoccio de primavera, a partir de entonces recordamos “el paso” como nombraba San Juan a la transformación del cuerpo al espíritu y el ser libres para siempre, a la resurrección y a la vida eterna, para el cristianismo esta es la base fundamental de su fe.

En Pascua, recordamos el éxodo de  la liberación del pueblo hebreo, la trasformación. En esta fecha florecen las primeras espigas, las ovejas tienen a sus crías, una nación se vuelve libre de la esclavitud, y un hombre es resucitado, a quien llamaban el Hijo de Dios.

La Pascua es la fiesta por 50 días hasta el día de pentecostés, en esta temporada recordamos que cada uno podemos pasar por cambios, que atravesamos por circunstancias difíciles y complicadas, que iniciamos batallas, pero que al final se encuentra la pascua, y esta reflexión nos da la certeza de que aquél que hace mas de dos mil años cambió la historia de la humanidad, a quien llaman Jesús de Nazaret hijo de José el carpintero, venció la muerte y al tercer día de haberlo crucificado, resucitó, “…y estaré con Ustedes hasta el fin de los tiempos”, esa fue su promesa.

Felices Pascuas.

@Ray_rmz_Urbina

 

 

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