La película de Jenni Rivera: debut y adiós en Hollywood

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La cantante mexicana de música norteña probó por primera vez cómo se llevaba con la actuación para la pantalla grande en un largometraje independiente grabado en Los Ángeles y titulado “Filly Brown”.

 

Pero no llegó a ver su estreno comercial: falleció en un accidente aéreo en México en diciembre de 2012, para estupor de sus miles de seguidores, que la lloraron desconsolados.

Ahora, el filme llega a las salas de Estados Unidos. Y aunque el papel de Rivera es pequeño –apenas cuatro escenas- la campaña de promoción de la cinta destaca que, para sus fans, será una oportunidad de reencontrarse con la Diva de la Banda.

“Para Jenni, el rodaje, ya no la película, fue un momento único, sus intervenciones tuvieron tanta alma que debería, por justicia, estar aquí cuando rememoramos cómo fue este trabajo”, le dijo a BBC Mundo el actor latino Edward James Olmos, que compartió el proyecto con Rivera.

El paso de “Filly Brown” por el festival de Sundance 2012, casi un año antes de la muerte de la cantante popular, dividió las opiniones de los críticos. Pero fue una oportunidad –la única- para que ella viera la película terminada en una sala con público.

“Tuvimos Sundance… y después la perdimos en mitad del proceso y seguimos sin saber si el día del estreno iba a llegar o no. Al azar de la vida es difícil enfrentarse”, apuntó Lou Diamond Phillips, esposo de Rivera en la película y conocido por su Ritchie Valens en “La Bamba” (1987).

 

Jenni, criminal y drogadicta

"Filly Brown"En “Filly Brown”, Jenni Rivera encarna a una madre criminal y drogadicta.

En su reality show para televisión “I love Jenni”, la cantante mexicano-estadounidense se mostró en pantalla sin hacer gala de grandes dotes interpretativas: se trataba, al fin de cuentas, de actuar de sí misma. Así lo hizo por dos temporadas (y una tercera saldrá al aire con imágenes de archivo y la participación de su familia), desde 2011 y hasta su fallecimiento.

En cambio, la experiencia en “Filly Brown” marcó una diferencia para la artista, que tenía 43 años cuando ocurrió el accidente fatal.

“Estar totalmente en personaje fue muy, muy distinto. Lo comparo con las veces que me subo al escenario y actúo las letras de mis canciones. Lo pensé como una canción más grande, más larga, con muchas repeticiones”, señaló en una entrevista con la cadena Univisión durante Sundance, en enero de 2012.

En la cinta, Jenni es María Tonorio, una presidiaria adicta a las drogas que ve crecer a sus hijas desde detrás de las rejas: la mayor es Majo, alias Filly Brown, una cantante de rap insegura e inexperta que busca forjarse una carrera en la escena del hip-hop latino en California.

La cámara la muestra sentada frente al vidrio que separa a reclusos de visitantes, vestida con un overol azul, desalineada y (en apariencia) sin maquillaje. Una imagen poco usual para la llamada Gran Señora, dueña de un emporio de ropa y perfume con su nombre y con frecuencia enfundada en modelos llamativos para dar sus conciertos o mostrarse en público.

El mundo subterráneo del hip-hop latino

Gina Rodríguez

“Esta película expone un género que no es nuevo pero que no ha estado nunca en el mainstream: el del hip-hop latino en California. Uno piensa hip-hop y piensa Kanye West, Usher o Nicki Minaj. Lo genial de películas como ‘8 Mile’ es que generaron conciencia sobre el género, ahora esta película lo acerca más al mundo latino.

Es música que está moviendo a generaciones enteras de latinos estadounidenses, un grupo demográfico negado por Hollywood hasta no hace mucho. Yo soy un poco eso: soy puertorriqueña aunque nací y crecí en Chicago, entre dos idiomas, entre ecuatorianos y cubanos y mexicanos, bailando salsa… y después salí al mundo exterior y todo eran los chicos blancos con sus (autos) BMW. Es necesario acortar esa brecha”.

Gina Rodríguez, actriz latina

Las escenas, largas pero pocas en el total del filme, las compartió Rivera con Gina Rodríguez, la protagonista: una actriz en ascenso de origen puertorriqueño.

Ambas tuvieron sesiones de entrenamiento actoral durante el mes previo al rodaje para forjar “el vínculo madre-hija”. Ambas son ahora las caras que muestra el afiche de promoción.

“Ahora que Jenni está en un mejor lugar pienso en la suerte de haber tenido esa oportunidad. Ella era todas esas cosas por las que alzaba la voz: humilde, generosa y graciosa y valiente y cariñosa, una madre que intentaba ser la mejor para sus hijos e incluso me trataba a mí como una hija”, le dijo Rodríguez a BBC Mundo, antes de dejarse quebrar por las lágrimas.

Tan pequeña era su parte que los directores de la cinta dudaron de que Rivera se interesara en el proyecto. El dinero tampoco la tentaría: a una artista vendedora de más de 20 millones de discos sólo le ofrecieron “las tarifas nominales de unos miles de dólares” que les tocaron a todos, según los responsables, a escala de un producción pequeña del cine estadounidense.

Pero fue Edward J. Olmos quien la convenció.

“Nunca pensé hacer esto, fue Edward que insistió e insistió e insistió. ¿Y quién no escucha al Padrino hispano de Hollywood?”, había dicho la fallecida cantante para explicar su salto al cine.

Padre y padrino

Todos lo llaman “El Padrino”, en alusión al patriarca de la novela de Mario Puzo: por veterano y no por mafioso, aclaran sus compañeros, que se nota le tienen alta estima. Olmos fue el alma detrás de “Filly Brown”, además de uno de sus productores ejecutivos.

No es casualidad: como ya había ocurrido en “Splinter” (2006), el actor se puso bajo las órdenes de su hijo Michael, codirector del filme junto a Youssef Delara. Otro de sus hijos, Mico, fue productor: todo un proyecto de familia.

El latino, nominado al Oscar por el protagónico en “Stand and Deliver” (un drama icónico para los hispanos estadounidenses, estrenado en 1988 y titulado en español “Con ganas de triunfar”), ha comparado a Rivera con “Judy Garland, Barbra Streisand y Frank Sinatra, que llevaron su arte vocal y se convirtieron en artistas dramáticos”.

“Para Jenni el rodaje, ya no la película, fue un momento único, sus intervenciones tuvieron tanta alma que debería, por justicia, estar aquí cuando rememoramos cómo fue este trabajo.”

Edward James Olmos, actor

Así lo expresó Olmos en un comunicado cuando supo de la muerte de su excompañera de elenco. Ahora, considera que la cantante merecería una nominación póstuma para un Oscar como actriz de reparto.

“Y si no miren esa escena final suya, cuando puso la mano sobre el vidrio: algo que no estaba en el guión y que ya hemos visto mucho en otras historias de cárcel, pero a la que ella le dio una emoción monumental. Todo ese sudor de la mano sobre el vidrio queda marcado, y ella que camina y desaparece en la distancia… Fue la última imagen de Jenni en la película y se volvió muy simbólica”, relató el actor, que también grabó con la Diva un tema inédito para la banda sonora.

La mirada de los críticos, sin embargo, ha sido menos complaciente, no con el desempeño de Rivera sino con la cinta en general.

Tras su presentación en Sundance, “The Hollywood Reporter” calificó al filme de “excesivamente agitado” o sobreproducido, mientras que “Variety” lo tachó de tener “desarrollo de personajes y trama que no se sienten tan reales como tomados prestados de otras películas”.

Los seguidores de Rivera, sin embargo, cuentan los días que quedan para el estreno: escriben en el espacio del Club de Fans de Facebook, dejan mensajes en la página oficial de la película.

Saben a lo que van: a otra despedida no querida para Rivera. Al adiós que les dejó, sin saberlo, en su película debut.

 

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/04/130411_jenni_rivera_pelicula_postuma_filly_brown_vp.shtml

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