La periodista Yesenia Mollinedo fue amenazada dos semanas antes de su asesinato

Las periodistas Yesenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera fueron asesinadas durante la tarde del lunes 9 de mayo en el municipio de Cosoleacaque, en el sur de Veracruz.

El ataque con arma de fuego ocurrió cuando ambas se encontraban en el interior de un vehículo, en el estacionamiento de una tienda de conveniencia.

Sin embargo, Ramiro Mollinedo, hermano de la periodista Yesenia Mollinedo y directora del portal Veraz, reveló que dos semanas atrás le había contado que recibió una llamada telefónica en la que le advertían que “le bajara de huevos” y que “con la policíaca no se metiera”.

Ramiro Mollinedo, también periodista, narró vía telefónica que Yesenia y él trabajaron juntos durante una docena de años en el portal Ahora 30-30, que él fundó. Pero hace cinco años Yesenia le pidió separarse en buenos términos para abrir su propio sitio informativo.

Así fue como Yesenia abrió Veraz, un medio informativo que llegó a tener su página web, que actualmente no funciona porque “la crisis hizo que suspendiera su pago de hosting”, de modo que únicamente se quedó con una página de Facebook, donde tenía más de 20 mil seguidores.

Su hermano cuenta que él no suele cubrir información policiaca, pero que Yesenia se distinguía por dar cobertura a los homicidios y otros hechos de violencia que ocurrían en Cosoleacaque.

Habría sido a partir de estas coberturas, específicamente denuncias relacionadas con la actuación de la Policía Estatal, explicó Ramiro Mollinedo, como llegaron las amenazas para que dejara de difundir ese tipo de información. A excepción de la fuente policiaca, insistió su hermano, ella no tenía problemas con otras personas.

Cerca de las 3 la tarde del lunes 9 de mayo, mientras Yesenia y Sheila García se encontraban en el interior de vehículo tipo Ford Ikon, sujetos armados dispararon contra ambas. A pesar de que al lugar llegó personal de Protección Civil, perdieron la vida dentro de la unidad.

Sheila tenía seis meses de haberse incorporado en labores periodísticas dentro de Veraz, contó Ramiro. Con este doble crimen se eleva a 11 el número de periodistas asesinados en México en lo que va del año. Además, ocurre apenas a cuatro días de que otro periodista, Luis Enrique Ramírez, fuera asesinado en Sinaloa, motivo por el cual decenas de periodistas llamaron a protestas en todo el país, coincidiendo con el doble crimen en Veracruz.

A pesar de que la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz condenó el acto, implementó un operativo y sus unidades y personal resguardaron la escena, pronto comenzaron a circular fotografías de las dos periodistas heridas de bala, dentro de la escena del crimen.

Al respecto, Ramiro Mollinedo explicó que, desde que se realizó el acordonamiento, la Policía Estatal comenzó a hacer circular la versión de que en el automóvil había sustancias prohibidas, misma que fue retomada por algunos periodistas de la zona. Ramiro acusa que la criminalización proviene de la misma SSP de Veracruz.

Cómo se atreven? Enseguida les dieron la fotografía (a los periodistas). La víctima es victimizada ¿Por qué fincar ese rumor?

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que abrirían las carpetas de investigación por este doble asesinato y que no se descartaría la labor informativa de ambas. La Comisión Estatal de Atención y Protección Para los Periodistas (CEAPP) también emitió un comunicado, aunque varias horas después de que se confirmaran las muertes. Y el gobernador del estado, Cuitláhuac García, aseguró que el crimen no quedaría en la impunidad.

Sin embargo, actualmente Veracruz es el estado más peligroso para ser periodista. En la entidad, entre 2000 y 2022, según Artículo 19, han sido asesinados 32 periodistas. Y en la mayoría de los casos no hay detenidos ni sentencias.

A pesar de que las autoridades se han esforzado por ligar los crímenes de periodistas con ataques del “crimen organizado”, como ocurría desde el sexenio de Javier Duarte (cuando fueron asesinados 17 periodistas), Artículo 19 expone que estadísticamente las agresiones provienen principalmente de funcionarios y policías, más que del “crimen”.

Además de agresiones contra periodistas, la Policía Estatal de Veracruz también ha sido señalada de participar en desapariciones forzadas y detenciones ilegales en la entidad desde el sexenio de Duarte, como en la actual administración de Cuitláhuac García.

Aristegui Noticias

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