En el Foro Internacional sobre Políticas de Combate contra la Obesidad que se realizó el pasado lunes en la Ciudad de México coincidieron las propuestas de políticas públicas contra la obesidad presentadas por la academia y las organizaciones civiles nacionales e internacionales. Estas propuestas también coincidieron con las presentadas por los representantes de la Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud.
El Dr. Juan Rivera Dommarco, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud en el Instituto Nacional de Salud Pública, explicó que en los últimos 300 mil años la composición física de la humanidad no había cambiado como lo ha hecho en los últimos 50 años con la epidemia de sobrepeso y obesidad generada principalmente por el consumo de alimentos con muy altos contenidos de azúcar, grasas y sal. Por ello, añadió, debe modificarse la información, la disponibilidad de los alimentos y bebidas, y modificar el marco regulatorio, para evitar que siga creciendo esta epidemia que afecta a siete de cada diez adultos y tres de cada diez niños en nuestro país.
Por nuestra parte señalamos que los costos actuales directos e indirectos de esta epidemia de sobrepeso y obesidad en México ascienden a 80 mil millones de pesos y se espera que lleguen a entre 150 mil y 170 mil millones de pesos al final de la actual administración.
Explicamos cómo los mexicanos nos hemos convertido en los mayores consumidores de refrescos en el mundo, los principales consumidores de Coca-Cola por habitante, uno de los mayores consumidores del planeta de sopas instantáneas, cayendo dramáticamente nuestro consumo de frutas y verduras en 30% en 14 años y de frijol en un 50% en los últimos 20 años.
En su participación, el Dr. Eduardo Jaramillo Navarrete, director general de Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, anunció que en fechas próximas el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presentará a la nación la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, la cual será una política pública integral de prevención, promoción de salud y de atención médica de acceso efectivo a servicios a la salud. Es el primer funcionario de la Secretaría de Salud que se refiere en un acto público al libro publicado por la Academia Mexicana de Medicina y la UNAM que presenta las “recomendaciones para una política de Estado” en materia de obesidad y en el que colaboraron expertos de 17 instituciones académicas del país.
El Dr. Jaramillo explicó que la política que será presentada por el Presidente “también contempla aspectos importantes de política pública que tienen que ver con la regulación sanitaria de la publicidad y con el etiquetado de alimentos”. Jaramillo agregó que la salud es un bien público superior y la responsabilidad de velar y tutelar este bien es del Estado: “El Estado debe asumir cabalmente esta responsabilidad”. Las declaraciones del Dr. Jaramillo fueron bien recibidas aunque con cierto escepticismo entre las organizaciones sociales y los académicos. El sentido general fue “hay que esperar para ver la propuesta, como quedan redactas estas propuestas de política pública, si son claras o aparecen desdibujadas”.
En su participación, Enrique Jacoby, asesor regional en Alimentación Saludable y Vida Activa de la OPS en Washington, alertó sobre la constante presión de la industria para evitar que leyes que han sido aprobadas en distintos países de América Latina sean implementadas. Añadió que las compañías se han resistido agresivamente para evitar que se regule la exposición de los niños a la publicidad de comida chatarra, los alimentos y bebidas en las escuelas, el etiquetado. Afirmó que a la llamada comida chatarra se le tiene que atacar en tres frentes: precio, accesibilidad e imagen. Explicó que en nuestro país alrededor del 50% de los alimentos que se consumen son productos altamente procesados y cómo su introducción a desplazado la dieta tradicional. Expuso como en Francia y Japón se han tomado políticas muy efectivas para proteger su dieta tradicional lo que los ha mantenido con los niveles más bajos en sobrepeso y obesidad dentro de los países de la OECD.
Frank Chalupka, profesor distinguido de Economía en la Universidad de Illinois en Chicago y director del Centro de Políticas de Salud del Instituto para la Salud, Investigación y Políticas Públicas, señaló que para lograr modificar los hábitos de consumo es necesario modificar el medio ambiente y evitar la manipulación de precios y la publicidad. Señaló que sólo la regulación puede lograr modificar el entorno obesogénico.
Michael Jacobson, co-fundador y director ejecutivo del Centro para la Ciencia en el Interés Público (Center for Science in the Public Interest) sugirió que México tome algunas lecciones y buenas prácticas de lo logrado en Estados Unidos, sobre todo lo que se ha hecho en algunos estados donde ha habido importantes iniciativas para retirar los productos chatarra de las escuelas.
Después de realizar visitas a supermercados y mercados populares y revisar la información presente en los productos procesados, afirmó que en nuestro país el etiquetado de los productos es una broma, porque realmente nadie entiende el contenido de las etiquetas. Señaló la necesidad de regular la publicidad dirigida a los niños.
Matthew Myers, presidente de la Campaña para Niños Libres de Tabaco (Campaing for Tobacco Free Kids) explicó cómo las empresas que producen alimentos procesados y la industria de refrescos utilizan las mismas mentiras que las que en su momento utilizaron las empresas de tabaco y alcohol para evitar las regulaciones. Estas cuatro mentiras son: que ellos no son la causa del problema, que nunca han hecho anuncios para niños y niñas para provocar el consumo de sus alimentos, que confíen en ellos porque son parte de la solución y que son buenos ciudadanos corporativos y que por eso realizan aportaciones de todo tipo (cuando en realidad lo que quieren es influir a las autoridades para evitar que los regulen).
El Foro Internacional de Políticas Contra la Obesidad mostró nuevamente la coincidencia que existe entre las propuestas de los organismos internacionales, la academia y la sociedad civil para enfrentar la obesidad. También mostró las estrategias que ha seguido la industria procesadora de alimentos y bebidas, siguiendo los mismos pasos que la del tabaco y el alcohol, para evitar las regulaciones, agudizando así la epidemia de sobrepeso y obesidad que se ha convertido en el mayor problema de salud pública del país. Sabemos bien que si no se modifica el ambiente obesogénico a través de regulaciones el problema se agudizará aún más.
La Secretaría de Salud en voz del Dr. Eduardo Jaramillo, anunció que se presentará una política efectiva para enfrentar esta epidemia, que es una obligación del Estado proteger la salud de la población, que se establecerán regulaciones en publicidad y etiquetado y que estas medidas no serían cosméticas. Queremos creer, con nuestra mejor disposición, en estas declaraciones.
http://www.sinembargo.mx/opinion/15-05-2013/14342