Parte 2
LOS CONTRAS
El Radar
Por Jesús Aguilar
Ayer comenzamos con el análisis de la reforma político electoral que viene impulsada desde Palacio Nacional con el régimen de la 4T en su “segundo piso”, el gobierno de la Presidenta Sheinbaum.
Hoy toca analizar los contras…
Los Contras: Amenazas a la Pluralidad y la Equidad
Los críticos ven en esta reforma un retroceso democrático y una regresión a la era del PRI-Gobierno, un partido de estado que controlaba todo, los poderes, los jueces electorales, los partidos y sus alcances.
El principal contra es la eliminación de plurinominales, que corrigen desproporciones en el sistema: por ejemplo, permiten que partidos minoritarios accedan al Congreso aunque no ganen distritos directos. Sin ellos, un partido como Morena —que en 2024 obtuvo el 54% de votos pero el 74% de escaños— podría dominar aún más, dejando a la oposición subrepresentada y erosionando la pluralidad.
Las matemáticas no mienten, y con esto, pensando en su lógica y popularidad estarían afianzando su poder como partido hegemónico sin contrapesos válidos.
En simple: es como un partido de fútbol donde un equipo gana por goleada solo porque las reglas le dan ventaja extra.
Otro problema es la reducción del financiamiento público, que podría desigualar la contienda: partidos grandes como Morena tendrían recursos de sobra por su base, mientras que los pequeños luchan por sobrevivir, abriendo la puerta a influencias privadas o incluso del crimen organizado.
Además, elegir consejeros del INE por voto popular —similar a la reciente reforma judicial— podría politizar el órgano, convirtiéndolo en un instrumento del poder en turno en lugar de un árbitro imparcial.
Solo basta recordar que en la primera elección federal en la que se asume un fraude generalizado, la de 1988, Carlos Salinas y el régimen priísta triunfaron sobre el fundador del Frente Democrático Nacional, papá del PRD, antecedente directo y partido del que nació la actual MORENA y el responsable del INE era el Secretario de Gobernación priísta, después converso y redimido por López Obrador, Manuel Bartlett Díaz.
En profundidad, esto además reviviría elementos del “Plan A” de López Obrador, rechazado en 2022, como renombrar el INE a Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), lo que expertos ven como un debilitamiento de garantías logradas tras décadas de lucha democrática.
Los experimentos para reconvertir a México en un país con un gobierno de sobre controles está a la vista.


