La Selección Mexicana tuvo un inicio complicado en su visita a Honduras, donde enfrentará a la selección local en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Naciones de Concacaf. La tormenta tropical Sara, que azotó la región de San Pedro Sula, fue el primer obstáculo que los tricolores tuvieron que superar, ya que no pudieron reconocer el campo del Estadio Morazán hasta la noche debido a las intensas lluvias.
Javier Aguirre, director técnico del Tri, minimizó la idea de un ambiente hostil, recordando que tanto México como Honduras son rivales en el campo y que lo más importante es sentirse orgullosos de representar a su país. “Quiero que se sientan orgullosos de estar aquí, no veo hostilidad, somos 11 contra 11 y un árbitro”, expresó Aguirre antes del partido.
Por otro lado, Luis Chávez, mediocampista de la selección, destacó la importancia de mantener la estabilidad emocional durante el encuentro, un aspecto clave que el técnico ha recalcado a todo el equipo. En cuanto al partido, Chávez dejó claro que el trabajo en equipo será fundamental para lograr el resultado esperado.
A pesar de las dificultades y el clima adverso, la selección mexicana tiene claro que debe demostrar su calidad y autoridad en el campo, en un intento por recuperar su favoritismo histórico en la región.
Por su parte, el entrenador de Honduras, Reinaldo Rueda, pidió que el arbitraje sea justo y equitativo, evitando las polémicas que empañaron los enfrentamientos anteriores entre ambos equipos.
Este encuentro será un importante paso para México, que buscará superar las adversidades tanto del clima como de la hostilidad de la afición rival.