A LO QUE TE TRUJE
Por Chencha
Arturo Segoviano García hizo ruido en el escenario político local en la última elección para Gobernador, fue el único candidato independiente, logró las firmas necesarias, preparó una campaña alternativa que pudo haber hecho mucho ruido siempre y cuando la hubiese lanzado, porque finalmente fue un petardo como candidato, prácticamente marginado por si mismo o sus circunstancias del contacto con la gente durante la campaña constitucional.
Para poder ser candidato independiente la ley electoral local indica que hay que lograr un cierto número de firmas de apoyo correspondiente a un porcentaje del padrón correspondiente a la posición que se busca y Segoviano presentó más de 40 mil. Con ése supuesto apoyo su candidatura se vería como un sólido poder emergente al menos con competitividad rumbo a aquella elección.
Segoviano lideró una Asociación Civil llamada San Luis 2050 y se presentó ante la ciudadanía como un destacado y dúctil empresario con las credenciales para poder buscar el foco y ser una alternativa a los desgastados partidos políticos, su área de desarrollo principal era la formación académica profesional, su membrete decía, “Rector de la Universidad Potosina. Su plataforma clave era “ciudadanizar” la política con honestidad, incluso “rechazó” la invitación a ser candidato de Nueva Alianza en esa misma elección, cosa que más que perjudicar, ayudaría a mantener su posición pro honestidad y antipartidista.
Pero se vino la debacle, versiones sólidas indican que Segoviano tuvo una intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera en las postrimerías de su campaña y se le congelaron cuentas, agobiado llegó a decir a sus cercanos que era en represalia a que lo vinculaban con el movimiento nacional anti Obradorista FRENA, nunca se aclaró nada.
Y fue así como justo su ambición política se frena y las convicciones se nublaron ante una realidad absoluta, no tenía in empaque real, carecía de feeling político hasta para explotar esta presunta condición, tampoco la solidez para poder estar lo suficientemente libre para realmente competir. Segoviano se aisló y prácticamente no hizo campaña. escudado en la falta de recursos y el efecto fue abrumador, de las más de 40 mil firmas que presentó para poder conseguir la candidatura solo obtuvo en las urnas poco más de 4 mil votos, un 10% aproximádamente de los apoyos que presumió tener, visibilizando que fue un candidato fake, los más duros dirían que compró las firmas para hacer un sendo ridículo.
Segoviano solo es recordado en campaña como un alfíl pro Gallardista por su posición en los debates condición que terminó por confirmarse cuando consiguió su cuota al ser nombrado Secretario de Desarrollo Económico del flamante gabiinete verde.
Duró menos de 3 meses en el cargo del que fue cesado de forma fulminante, tiempo después, el año pasado, el columnista Darío Celis publicó en su espacio del periódico El Financiero que justamente las autoridades federales habían hallado responsabilidad de Segoviano en presunto lavado de dinero y desvío de recursos de origen federal, dinero que debía haberse dado a apoyo a Pymes fue utilizado según esta publicación en la compra de una hacienda en el perímetro de la capital potosina. Nunca hubo desmentidos por su parte.
Hace poco tiempo estalló un nuevo escándalo alrededor de Segoviano y su Universidad al ser denunciada por parte de los alumnos y sus familias la falta de validez de sus carreras ante la SEP.
Ejerciendo su derecho de réplica, Segoviano en Astrolabio tuvo su respuesta afirmando que tenía todo en orden.
Finalmente los afectados ya ejercieron su derecho y presentaron una denuncia colectiva.
Y en las últimas horas la autoridad se pronunció al respecto a través del Secretario General de Gobierno Guadalupe Torres Sánchez.
La regulación inadecuada de las llamadas Universidade Patito en México es un tema indispensable.
Las universidades “patito” en México son instituciones educativas de dudosa calidad y credibilidad académica que operan principalmente con fines lucrativos y con estándares académicos muy bajos o inexistentes. El término “patito” se refiere a algo falso o de mala calidad, y en el contexto universitario mexicano se utiliza para describir a estas instituciones que suelen ofrecer títulos sin el nivel de formación adecuado o sin la infraestructura necesaria para impartir una educación de calidad.
En resumen, las universidades “patito” en México son una problemática seria que afecta tanto a los individuos que confían en ellas como a la reputación del sistema educativo en general. Es crucial que los estudiantes y sus familias investiguen exhaustivamente antes de elegir una institución educativa y que las autoridades competentes refuercen las regulaciones para evitar la proliferación de este tipo de establecimientos.
Sobre Segoviano, su trayectoria en lo público equilibra lo que puede suceder en lo privado, demostró ser un candidato “patito”, un funcionario que hizo “cuac” en las primeras de cambio y ahora más allá de buscar réplicas o ejercer reclamos, tendría que replantearse cómo regenear con hechos sólidos una reputación empresarial que viene en picada.
