El Radar
Por Jesús Aguilar.
El “Tanque Tenorio” es una planta de tratamiento de aguas residuales que da servicios clave, desde 2006, durante el gobierno de Marcelo de los Santos. Una instalación como esta se ocupa de recoger las aguas procedentes de una población o sector industrial y eliminar sus sustancias contaminantes.
En los tiempos del señalado ex Gobernador abiertamente vinculado junto con parte de su descendencia en graves casos de corrupción y rampante tráfico de influencias engrosando expedientes hoy dormidos como el que generó la multimillonaria inversión de la fracasada Ciudad Satélite, se generó este doble proyecto que “resolvía” parte de los históricos proyectos vinculados al agua en la zona metropolitana de la capital, la construcción mediante gestión federal de una presa que abastecería de forma segura y permanente agua a San Luis, El Realito, en territorio guanajuatense pero a poquísima distancia de San Luis Potosí, desde donde se construiría un acueducto que llevaría el agua al Valle del Tangamanga. La obra costó cerca de 4 mil millones de pesos y la construyó una de las empresas “amigas” de la administración Marcelista, La Constructora de Infraestructura Latinoamericana S.A. de C.V., parte del Grupo Carso de Carlos Slim Helú, así como la renovación del Tanque Tenorio que hace poco tiempo le fue arrebatada a la empresa Veolia por el gobierno a razón de sendos escándalos de incumplimiento y cobros a sobre precio que en tantos años acumularon una sangría increíble a las finanzas públicas del estado.
El Secretario de Finanzas del Gobierno Estatal Omar Valadez hace algunos días se pronunció con firmeza sobre los graves diferendos que se tiene con la empresa Veolia y la Comisión Estatal del Agua se sumó a la demanda que se promueve por esas percepciones irregulares que por 20 años realizó, desde abril el titular de la SEFIN la falta de cumplimiento con la automatización de la planta. Millones y millones de pesos que sembró Marcelo de los Santos en Veolia que hoy generan un hueco económico brutal y una operación que tanto en el Tanque Tenorio como en el Realito dejan todo que desear.
En el Realito el asunto es complicado y se sobreponen las obligaciones y las millonarias ganancias sin poder ofrecer el servicio que hizo crisis el año pasado en la capital potosina y que ha obligado a
La empresa Aquos El Realito, es parte de la empresa española Aqualia Gestión Integral del Agua, su filial Aqualia Infraestructuras, la mexicana Controladora de Operaciones de Infraestructura SA de CV, vinculada al grupo ICA, y Servicios de Agua Trident, filial del grupo japonés Mitsui en México.
La entidad contratista es la denominada Constructora de Infraestructura de Aguas del Potosí SA de CV, de la cual tiene acciones Aqualia Infraestructuras, FCC Construcción, también de origen hispano e ICA.
Finalmente la Operadora El Realito, que es la responsable de la gestión y el mantenimiento de la obra, la integran Aqualia GIA, ICA e, inicialmente Proactiva Medio Ambiente, que luego fue absorbida por la antes mencionada empresa francesa Veolia.
La misma empresa que falló y estará siendo demandada por el tema del Tanque Tenorio es responsable directa del gravísimo problema de abasto que se generó con el Realito, sus grietas y las constantes fallas estructurales en el acueducto.
Los cobros de Veolia y Aqualia no han cesado en el ámbito del Realito, el Gobierno de Gallardo y el Interapas de Galindo han tenido que seguir pagando por operación o suministro, cada uno en su caso a una empresa que quien sabe bajo qué esquemas de tráfico de influencias multimillonarias quedó al cargo de algo tan sensible dentro de un negocio de décadas, multi millonario ejercido por el ex Gobernador de los Santos.
Ahora que se le prepara un “homenaje en vida” sería muy prudente preguntarle si conoce la vergüenza y podría explicar cómo fue que cedió tantos compromisos económicos transexenales a una empresa que no ha cumplido en lo elemental.
¿Seguirá cobrando algún rédito de esta comodina operación?
Ojalá este gobierno tenga los suficientes huevos para ir hasta el fondo en las cosas y llevar a pagar consecuencias a quien tenga que hacerlo… pero ya.
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