En 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró erradicada la viruela, la primera y única enfermedad que se ha eliminado en el mundo. Este logro se alcanzó tras un esfuerzo global intensivo para combatir una enfermedad que causó aproximadamente 300 millones de muertes solo en el siglo XX. Sin embargo, el virus de la viruela sigue existiendo en dos laboratorios: el Centro Estatal Ruso de Investigación sobre Virología y Biotecnología en Siberia y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta. Aunque se confirmó que el incendio en el laboratorio ruso en 2019 no liberó el virus, este incidente reavivó el debate sobre si estas muestras deberían ser destruidas, considerando el riesgo potencial de su uso como arma biológica.
La viruela es conocida desde hace miles de años, con registros que la ubican alrededor de 10,000 a.C. en el noreste de África. A lo largo de la historia, la viruela afectó a varias culturas, desde la caída de una dinastía egipcia hasta su impacto durante la Guerra Fría. Fue descrita por primera vez en el año 910 por el persa Abū Bakr Muhammad Zakariyyā, y los primeros intentos de inmunización, conocidos como variolización, surgieron en Asia y África antes de extenderse a Europa.
La variolización, que involucraba la inoculación de material de pústulas de viruela, fue una de las primeras estrategias para controlar la enfermedad. En el siglo XVIII, Lady Mary Wortley introdujo la técnica en Europa, y en 1796, Edward Jenner realizó el primer experimento con la vacuna de viruela vacuna. Su método demostró ser efectivo y llevó a la obligatoriedad de la vacunación en Gran Bretaña y Estados Unidos entre 1840 y 1850.
El esfuerzo para erradicar la viruela a nivel mundial comenzó en 1958 con un programa intensivo de vacunación, que culminó en 1980 con la declaración de erradicación por parte de la OMS. En México, la viruela tuvo un impacto devastador tras su llegada en 1520, con más de 2 millones de muertes en el territorio. El último brote en México ocurrió en 1951, en Parangaricutiro, Michoacán, y fue controlado gracias a las vacunas.
En cuanto a la mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, esta enfermedad pertenece a la misma familia de virus, Orthopox, que la viruela. Aunque comparten síntomas similares, como fiebre, malestar corporal y úlceras, la mpox es generalmente menos grave. La mortalidad por viruela era del 30% en su forma más letal, mientras que la mpox tiene tasas de mortalidad mucho menores: menos del 1% para el clado II y hasta el 10% para el clado I. Además, la viruela solo se transmitía entre humanos, mientras que la mpox puede transmitirse también a través de animales infectados.