En México, el 28 de agosto se conmemora el Día Nacional del Adulto Mayor. Una fecha donde se reconoce el valor que las personas de edad avanzada tienen en la sociedad. Un dato importante es que cada vez hay mayor presencia de adultos mayores, un fenómeno propiciado por cambios en la fecundidad, mortalidad y migración.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en el país viven 11.7 millones de personas de 60 años y más, lo que representa el 9.7 % de la población total. Por su parte el Consejo Nacional de Población (Conapo) estima que para el año 2030 haya más adultos mayores que jóvenes menores de 15 años. A nivel internacional, el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) indica que en el 2050, uno de cada cinco habitantes en el planeta (21.2 %) tendrá 60 años y más.
Si observamos la estructura poblacional de México podemos ver que conforme pasan los años la base se va haciendo más angosta. Los adultos mayores duplicaron su número en las últimas décadas al pasar de 5 a 11.7millones de 1990 a 2014.
En este contexto Parametría preguntó a los ciudadanos ¿cuál era su percepción sobre las personas de la tercera edad? ¿Cómo eran consideradas y cuál creían que era su calidad de vida? Los hallazgos encontrados son los siguientes.
Inicialmente preguntamos qué era lo primero que pensaban de la expresión “persona de la tercera edad”, ocho de cada diez ciudadanos (75 %) la asociaron con familiares, abuelos o sabiduría en tanto que dos de cada diez (17 %) consideraron que tiene que ver más con personas necesitadas, vulnerables o incapacitadas. El restante 7 % no supo o no contestó al cuestionamiento. Como observamos, fue mayor porcentaje de personas que lo relacionó con características positivas respecto de las negativas.
Conforme avanza la edad de las personas tienen que enfrentar etilos de vida diferentes. La pérdida de capacidades motrices y cognoscitivas, la discriminación laboral, la dependencia económica y asistencial, la pobreza, la falta de servicios y la vulnerabilidad son algunos de los problemas a los que se enfrentan. En una participación en México el economista Joseph Stiglitz indicó lo grave que es que los ciudadanos mayores se encuentren en una situación de pobreza. Datos proporcionados por Stiglitz indican que dos de cada tres personas de 64 años o más no cuentan con ahorros suficientes para llegar a una jubilación digna, lo que representa un factor importante para el aumento de la desigualdad.
De acuerdo con datos de Inegi, tres de cada cuatro adultos mayores (74.3 %) se insertan al mercado laboral informal lo que provoca que no tengan prestaciones laborales y que perciban un menor ingreso. Sólo una cuarta parte de los adultos mayores cuentan con pensión (26.1 %) aunque el porcentaje es mucho menor en las mujeres (18.55 %) respecto de los hombres (35 %).
La opinión pública del país también cree que por lo general las personas de la tercera edad tienen muchas dificultades para cubrir sus necesidades básicas, así lo mencionó el 80 % de los entrevistados. Únicamente dos de cada diez (19 %) consideró lo contrario.
Aun cuando la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores indica que es una obligación de las instituciones gubernamentales y de las familias garantizar a los adultos mayores una vida digna, con equidad, autorrealización y participación en todos los órdenes de la vida pública. Existen opiniones divididas sobre si es más común que en México los hijos apoyen a sus padres cuando estos llegan a la tercera edad. Para 51 % sí es una práctica cotidiana, no obstante, 48 % dijo que los hijos no se ocupaban de sus padres cuando estos envejecían.
Datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de 2012 que consideran las contribuciones a hogares donde vive al menos un adulto mayor indican que del total de los ingresos corrientes de estos, la mitad (54.8 %) provienen de jubilaciones, pensiones e indemnizaciones por accidente de trabajo, despido y retiro voluntario; 12.4 % por donativos; 12.3 % por transferencias de otros hogares; 9.3 % son beneficios provenientes de programas gubernamentales y 6.9 % por transferencias otorgadas a las instituciones públicas o privadas que otorgan a ciertos sectores de la población.
Entre la población, ocho de cada diez mexicanos consideran que no hay suficientes apoyos para las personas de la tercera edad, mientras que 19 % consideró que sí existían los apoyos necesarios para este grupo poblacional.
Además, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación en México realizada en 2010. En México, las personas adultas mayores son consideradas el cuarto grupo de población vulnerable a la discriminación y más de la mitad de las personas de sesenta años o más consideró que en el país no se respetan los derechos de las personas adultas mayores.
Estos datos coinciden con las percepción del 60 % de los entrevistados quienes consideran que la mayoría de los mexicanos ven a las personas de la tercera edad como una carga, mientras que 35 % dijo que los adultos mayores son vistos más como una fuente de experiencia.
Datos de diferentes instituciones dejan ver que existen retos importantes que enfrentan los adultos mayores en el país, sin embargo el reto no sólo es del gobierno también la sociedad debe involucrarse. Debemos considerar que las personas de la tercera pueden aportar cosas importantes, tomarlos en consideración, procurar brindarles una vida digna y cambiar los estigmas que se tiene sobre dicho grupo poblacional.
Fuente: Parametría