Cada vez es más común entrar a redes sociales y encontrar denuncias o quejas por parte de negocios donde acusan a clientes irresponsables, ahora tocó el turno de Lady Mordidas, una mujer que intentó con mordiscos eludir el pago por un servicio de uñas.
El caso rápidamente se volvió viral en plataformas digitales, pues la señora se ganó el ‘hate’ de los internautas debido a la mala actitud que tuvo con la plantilla de trabajadoras, que incluso resultaron agredidas físicamente por ésta mujer.
El periodista Osvaldo Müller dio a conocer el peculiar caso donde una señora acudió a un spa llamado ‘De uñas Santa Mónica’, en Las Margaritas, en Tlalnepantla, municipio perteneciente al Estado de México, para pedir un servicio de manicura
Ahí la clienta -identificada como Edith- se ostentó durante su visita por aquel negocio como una persona con recursos económicos elevados, dicha persona estuvo acompañada de su hija, quien respaldó la actitud de su madre.
Cuando acabaron con la más joven de ellas, ésta se subió al vehículo en el que viajaban y cuando su mamá terminó fingió estar molesta con el resultado para posteriormente salir del lugar sin pagar ninguno de los servicios.
Una de las trabajadoras fue tras ella para pedirle el dinero, pero esto último no le pareció y comenzaron las agresiones, pues luego que intentara darse a la fuga se fue a las mordidas en contra de las empleadas que le impedían abandonar el spa, por lo que quedó grabado el momento en que alcanza a lastimar el brazo de una de las mujeres e incluso le arrancó un pedazo de piel.
Ante ello la policía llegó y cuando fue momento de pagar a Edith no le alcanzó el dinero, pues cuando pasaron su tarjeta para realizar el cobro resultó que el plástico no tenía fondos suficientes; de manera que la mujer tuvo que llamar a sus familiares con el objetivo de que liquidaran el adeudo.
Presuntamente Edith opera de esa manera para obtener beneficios gratuitos en establecimientos, por lo que llaman a tener cuidado y en caso de reconocerla evitar prestarle servicio alguno para no llegar a lo que sucedió en el spa.
Milenio
