El joven talento del Barcelona, Lamine Yamal, deja atrás los autógrafos espontáneos para los aficionados y los transforma en un producto comercial. Lo que antes era un gesto de cercanía, ahora se enfocará en un mercado controlado.
Con apenas 17 años, Yamal se ha consolidado como uno de los futbolistas más prometedores de Europa. Su rostro ya aparece en campañas publicitarias, portadas y anuncios televisivos, y ahora su firma se sumará a ese circuito de comercialización. Según Mundo Deportivo, su equipo de representantes planea vender camisetas, botas y otros objetos firmados a través de plataformas especializadas, con certificados de autenticidad.
A cambio de esto, Yamal continúa permitiendo tomarse fotografías con los aficionados, adaptándose a la era de los smartphones, pero ya no detiene sus entrenamientos ni partidos para firmar camisetas o balones.
La estrategia sigue un modelo ya consolidado en Estados Unidos, donde estrellas de la NBA, como LeBron James, monetizan sus autógrafos como artículos de colección. La idea es proteger la marca personal del jugador y controlar la reventa de sus firmas, que en el mercado digital alcanzan precios elevados debido a la alta demanda y la escasez de oportunidades para conseguir un autógrafo genuino.
El Barcelona también colabora en este proceso, solicitando prendas firmadas para compromisos institucionales, sin afectar los acuerdos comerciales que Yamal está negociando.
En esta transición, los autógrafos dejan de ser un recuerdo espontáneo para convertirse en un artículo comercializado, con valor certificado y disponibilidad digital, marcando un cambio en la manera en que los aficionados interactúan con sus ídolos deportivos.