Hacer fotografías con el móvil es una práctica que, cada vez más, ofrece unos resultados a la altura de cámaras profesionales.
No hace falta echar la vista demasiado atrás para encontrar el auge de lascámaras compactas. Eran muchas las personas que las llevaban, dispositivos pequeños, fáciles de transportar y que apenas costaban más de 100€. Lo que interesaba entonces era captar imágenes que, sin llegar al nivel de cámaras avanzadas, fuesen bastante aceptables. Pero todo eso ha cambiado.
Ese hábito se ha modificado en los últimos años, y el causante de ello es la calidad mostrada en las fotografías con el móvil. Ya no se necesita transportar un dispositivo adicional para captar imágenes a un buen nivel, eso lo podemos hacer con el smartphone que siempre llevamos en nuestro bolsillo.
El mercado de cámaras compactas para aficionados se resiente
Por ello, el mercado de cámaras compactas se resiente, especialmente el de aquellas destinadas a los fotógrafos más aficionados. Es cierto que ahora existe una tendencia a sacar compactas más avanzadas, pero esto es un reflejo más de cómo los fabricantes han tenido que cambiar su percepción para llegar a un nuevo público objetivo.
Está claro que la experiencia de tomar fotografías con el móvil depende mucho de las características que tiene ese dispositivo. Pero por lo general, las empresas suelen mimar cada vez más la cámara que implementa su producto. Saben que es importante y que los usuarios no lo pasarán por alto. Un ejemplo de ello es la cámara del Huawei P8, punto sobre el que la marca ha puesto su foco de atención.
Un fotógrafo se enfrenta todos los días a numerosas situaciones y entornos, cada uno de ellos con unas características determinadas que requieren un distinto ajuste. Sin embargo, la variedad de escenarios ya no son un problema para muchos smartphones. Muy lejos quedan las primeras cámaras de móviles, con las que era casi imposible hacer una foto en interiores.
Veamos algunas de los contextos que, desde mi punto de vista, son adecuados para tomar fotografías con el móvil. Aquellos en los que la balanza entre la comodidad y la calidad se decanta hacia el lado del smartphone como dispositivo ideal.
Fotos sociales
Creo que el apartado fotográfico donde más importancia cobra un móvil es a la hora de tomar imágenes sociales. Es decir, aquellas que solemos tomar cuando salimos con nuestros amigos, en eventos, o simplemente cuando estamos aburridos.
Redes sociales como Twitter, Instagram o Facebook forman parte de nuestras vidas, y compartir imágenes en ellas nunca ha sido tan fácil como desde un smartphone. El fenómeno selfie es solo un indicador más de lo mucho que importan aquellas imágenes efímeras y capturadas para recordar, por ejemplo, un día especial con la familia.
Es el valor de lo que se muestra donde reside la verdadera importancia, pero si esto además se encuentra acompañado de una imagen con buena calidad, el resultado satisfará por completo todas nuestras necesidades. De nuevo, el Huawei P8 vuelve a ser un buen ejemplo de ello, como pudimos comprobar en nuestro vistazo a fondo a su cámara, generando imágenes de máxima calidad gracias a la función “Mejorar selfie”.
Fotografía callejera
Como hemos mencionado anteriormente, un smartphone supone tener un dispositivo multitarea, válido para distintas funciones, entre las que también encontramos la fotografía.
Todo aficionado a la imagen ha vivido la sensación de ir paseando por la calle y encontrarse ante una escena digna de inmortalizar. El problema es que quizá en ese momento no se tenía una cámara que estuviese a la altura. Aunque está claro que todavía existen limitaciones, muchas de esas situaciones ya se pueden solucionar con un smartphone que permita capturar imágenes a un alto nivel. El móvil siempre está con nosotros, y por lo tanto también la posibilidad de hacer fotos para retratar todo aquello que nos rodea.
Como compacta avanzada
Al principio del artículo hemos hablado de las compactas avanzadas, dispositivos destinados a fotógrafos más exigentes. Sin embargo, aunque las comparaciones son odiosas y todo dependerá de qué dispositivos estemos hablando, las fotografías con el móvil pueden llegar a situarse a un nivel muy cercano de algunas de esas compactas.
Dispositivos como el Huawei P8 ya presentan tecnología que en otro momento no habríamos podido concebir en un gadget de tales dimensiones. Elestabilizador óptico (OIS) o el sensor RGBW, que añade el color blanco para mejorar la luminosidad, son la prueba de ello.
Asimismo, los planos detalle suelen mostrarnos un gran nivel de detalle y un bonito bokeh, consecuencia de las amplias aperturas con las que se suelen dotar a las cámaras de muchos móviles.
En definitiva, creo que los amantes de la fotografía debemos estar de enhorabuena al respecto. Los grandes avances producidos en los smatphones también perjudican al ámbito de la imagen, y eso solo repercute en mayores beneficios para nosotros, los fotógrafos.
Fuente: Hipertextual.