A pesar de que creemos que el hostigamiento sexual se da sólo en los humanos, lo cierto es que esta conducta de presión también se da en el reino animal
A pesar de que pareciera que el acoso sexual es una de las conductas que se dan sólo en la sociedad humana, lo cierto es que este comportamiento de hostigación también ocurre en el mundo animal y ahora ha llamado la atención que una de las especies donde más se presenta la intimidación y forcejeo para copular es en la de la rana europea.
Es dentro de este complejo panorama que un reciente estudio ha revelado en la revista científica Royal Society Open Science (mismo que puedes consultar aquí) que las hembras reaccionan ante estas actitues hostiles en donde, a veces, son forzadas a copular. Su técnica para defenderse y evitar la molesta situación es simple: fingen su muerte.
¿Por qué las ranas hembra europeas fingen su muerte?
Las ranas hembras suelen ser selectivas a la hora de elegir un compañero para aparearse, por ello, estos anfibios deciden fingir la muerte puede ser una forma de rechazar a un macho que no cumple con ciertos criterios de calidad o salud. Al hacerlo, la hembra evita gastar energía y recursos en una pareja que no le proporcionaría una descendencia exitosa.
Al simular la muerte, la hembra puede disuadir a machos no deseados y evitar el acoso persistente, lo cual puede ser especialmente beneficioso si los machos no deseados son agresivos o consumen tiempo y energía de la hembra, quien además, con esta técnica tiene diversos beneficios más allá de evitar la copulación.
Al simular la muerte, la hembra puede evitar lesiones o daños potenciales que podrían ocurrir durante el proceso de apareamiento, especialmente si el macho es demasiado agresivo, algo que suele darse en esta especie de anfibios, la cual se caracteriza por ser muy ágil en el agua.
Es importante destacar que este comportamiento puede variar entre especies y no es exclusivo de las ranas europeas. Cada especie puede desarrollar estrategias de apareamiento únicas y adaptativas para maximizar sus posibilidades de reproducción y garantizar la supervivencia de su descendencia.
El Heraldo.