Tras una semana llena de acontecimientos, cambios en la plantilla de la UASLP, así como en distintas dependencias de gobierno, dejaré descansar un poco a mi querida casa de estudios al igual que el tema político y hablaré de otras problemáticas que enfrentan tanto docentes y estudiantes en otras universidades.
Antes de entrar de lleno y qué incomode a otro rector, unafelicitación a los docentes y a mis compañeros que día a día siguen formándose e impulsando el desarrollo de nuestra entidad desde sus respectivas trincheras, siendo los maestros son los arquitectos del futuro, moldeando mentes y construyendo sociedades más prósperas. En el Día del Maestro, reconocemos su dedicación y pasión por el aprendizaje.
Pero las festividades de esta semana no quedan ahí, también celebramos el Día del Estudiante, honrando el compromiso de aquellos que buscan conocimiento y crecimiento. Desde ambos puntos, podemos contribuir al cambio siendo agentes de educación y transformación social. Los maestros inspiran y guían, mientras que los estudiantes absorben conocimiento y lo aplican para el bien común. Juntos, podemos forjar un futuro brillante, impulsado por el poder de la educación y el deseo de crear un mundo mejor.
Pero ahora me surge la pregunta, ¿Siendo tan importante el estudiantado, como los maestros, por qué hay universidades que reprimen el alcance del maestro en el aula? ¿Qué limitan la libertad de expresión de sus alumnos? ¿Por qué tratan de controlar y manipular la información que se le presenta a su comunidad universitaria y al público en general sobre la toma de decisiones, el peso de los patrocinadores y la Clara influye un partido político y del gobierno en esa universidad?
El iceberg del sistema de Educación es enorme y cada institución tiene sus propios elefantes en la habitación, pero si algo no podemos permitir es que continúe la represión y el miedo, hoy tratan de poner a los maestros que exigirán sus derechos laborales como malos, como violentos y revoltosos, cuando ellos sólo pedirán lo que por lo menos tendrían que recibir.
Esperemos que todo se resuelva de manera pacífica y sobre todo en pro de los derechos humanos en la Universidad Politécnica de San Luis Potosí, lo que está pasando aquí es un secreto a voces y mientras no se haga nada está en riesgo la formación del presente y futuro de la entidad.
Antes de despedirme me gustaría hacer una aclaración a todos los lectores, docentes, directivos y compañeros. En este espacio se analiza de manera objetiva las problemáticas que rodean a la comunidad universitaria, mi pluma y mi voz son libres y no tengo ninguna deuda o compromiso con nadie para limitar mi libertad de expresión o para no incomodar a personas que no están haciendo bien las cosas, las universidades son de los estudiantes, no de los títeres que ocupan un cargo en alguna institución de estudios superiores y este último comentario no es una generalidad, es para quien le quede el saco.
Alan Imanol García Méndez
