El cáncer de cuello uterino, también conocido como cáncer cervicouterino, es una enfermedad que afecta la parte inferior del útero, conectada a la vagina, y se genera por el crecimiento anormal de células. Este tipo de cáncer es el segundo más común entre las mujeres en México y el más frecuente en aquellas que viven con VIH. Aunque es una enfermedad grave, es prevenible y curable si se detecta a tiempo y se recibe un tratamiento adecuado, explicó la Dra. Karla Gabriela Vázquez Ramírez, responsable del Programa Cáncer de la Mujer en los Servicios de Salud de San Luis Potosí.
Cada 26 de marzo se celebra el Día Mundial de la Prevención del Cáncer Cervicouterino, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de las medidas preventivas y el diagnóstico temprano. Detectar el cáncer a tiempo puede mejorar significativamente las posibilidades de curación y la calidad de vida de las personas afectadas. Entre las principales estrategias de prevención están la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), la detección de lesiones precancerosas y el tratamiento oportuno del cáncer de cuello uterino, además de asegurar el acceso a cuidados paliativos cuando sea necesario.
En San Luis Potosí, durante 2024, se realizaron 26,105 pruebas de citología y VPH. De estas, 1,943 personas recibieron atención en la clínica de colposcopia. Factores de riesgo como tener muchas parejas sexuales, iniciar la actividad sexual a temprana edad, haber sufrido Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), fumar o tener un sistema inmunológico debilitado aumentan la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.
Las autoridades de salud recomiendan varias medidas preventivas. La vacunación contra el VPH se aplica a todas las niñas de quinto año de primaria y a las no escolarizadas de 11 años, así como a mujeres cisgénero y transgénero de 11 a 49 años que viven con VIH. Además, se insta a las mujeres de 25 a 34 años a hacerse una prueba de Papanicolaou cada tres años, mientras que hombres y mujeres trans de 35 a 64 años deben someterse a una prueba de VPH.
El uso del condón, tanto femenino como masculino, es otra herramienta importante para prevenir el cáncer cervicouterino, ya que reduce el riesgo de contagio del VPH y otras ITS.
La prevención del cáncer cervicouterino es una responsabilidad colectiva que involucra a las instituciones de salud, a la comunidad y, especialmente, a las personas en riesgo. Se invita a todos a acudir a las unidades de salud más cercanas para realizarse las pruebas de forma rápida y gratuita, cuidando su salud y bienestar.