El Gobierno de México, aunque a un paso más lento respecto a su primer periodo de evaluación [los 1o0 días de Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia], avanza en el cumplimiento de los 100 compromisos anunciados el pasado 1 de diciembre por el hoy Jefe del Ejecutivo federal. Aunque la mayoría de los puntos de esa lista aún no cuentan con elementos para evaluar el cumplimiento, los que están palomeados en este ejercicio realizado por SinEmbargo tienen dos retos: continuar así y, además, no sumar más críticas de opositores.
El balance de los compromisos hechos por el Presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 1 de diciembre, en números, luce positivo a los seis meses de Gobierno: 28 están cumplidos, 11 no lo están, 26 están en proceso y de 35 aún no hay elementos que permitan evaluarlos.
En comparación con el primer corte de compromisos realizados a los 100 días de este Gobierno federal, se cumplieron otros seis compromisos y dos más se encuentran ya en proceso. Los compromisos que pueden darse por cumplidos son por las diversas reformas a la Ley, por planes presentados, programas sociales y proyectos de infraestructura que ya empezaron andar.
Pero, lo que el Gobierno sumó a la par del cumplimiento de sus compromisos son críticas, sobre todo por la política de austeridad y los efectos ambientales que traerá la reactivación de las refinerías, el Tren Maya y el Nuevo Aeropuerto en Santa Lucía.
En la categoría de “en proceso”, aún se mantienen los que son de más largo plazo pero que ya dan muestras de avance. Por ejemplo, la formación de la Comisión de la Verdad para el caso de Ayotzinapa, el plan para apoyar a los damnificados por los sismos de 2017 y los programas de mejoramiento urbano en el norte del país y en puntos turísticos.
Se sumaron a este rubro la efectividad de los programas sociales por las demandas que se han registrado en ciertos estados sobre las fallas en el padrón realizado y que en consecuencia no toda la población está recibiendo sus apoyos, sobre todo en lo referente al programa de adultos mayores y becas para estudiantes de media superior.
De nueva cuenta, la mayoría de los puntos se mantienen en “sin elementos para evaluar”. Se trata de proyectos de largo plazo o que sus logros no pueden ser estrictamente cuantificados o que se podrán evaluar hasta publicada la Cuenta Pública de 2019 o los primeros resultados de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Entre los cumplidos está la cancelación de la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto, la baja en los sueldos de los altos funcionarios, el apoyo a las personas discapacitadas pobres, la fusión de Diconsa y Liconsa y el precio estable de las gasolinas, el diésel y la luz.
También se ha cumplido con no aumentar impuestos por arriba de la inflación y no se han creado nuevos, la autonomía del Banco de México y que ningún funcionario podrá ordenar cerrar calles, detener el tráfico o estacionarse en lugares prohibidos. La ex titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presentó su renuncia luego de pedir a Aeroméxico que retrasara el despegue de un avión que ella tomaría y la respuesta del Presidente fue que esos excesos no serían tolerados.
Parte del reto de los compromisos hasta ahora calificados como cumplidos es mantenerlos en este estatus. Por ejemplo, hasta el momento se ha respetado el compromiso 49 que prohibe los gastos innecesarios en el extranjero y el 94, que habla sobre la no intervención, la solución pacífica y la igualdad jurídica en cuanto al manejo de la política exterior.
En los compromisos no cumplidos, están la cancelación de las estancias infantiles, la puesta en marcha de las 100 universidades públicas (solo le quedan seis meses para cumplir con esta promesa), no se ha presentado el Plan Nacional para la Innovación que estaría a cargo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y aún no se han cancelado los fideicomisos en el Gobierno federal.
También en lo que se ha fallado es en las compras, ya que éstas no se han hecho bajo esquemas de licitación abierta, sino que ha sido por invitación o convenios acordados en el extranjero. El Presidente ha explicado que esto se debe a que de esta forma se cuida que empresas con negro historial se inmiscuyan, sin embargo, el compromiso 51 y 52 quedarían cancelados.
Sobre los que están en proceso, destacan la atención especial a los pueblos indígenas, la repartición de becas a los estudiantes de media superior, la beca de 2 mil 400 pesos mensuales a jóvenes en pobreza que estudien la universidad y la entrega de dinero a adultos mayores.
Entró en esta clasificación el Programa de Jóvenes Construyendo el Futuro luego de que organizaciones civiles han alertaron de las fallas que pueda tener o generar. Por ejemplo, que se trate de un subsidio a empresas, que los jóvenes prefieran este apoyo en lugar de continuar con su formación y además, que no apoya en la reducción de la brecha de género. Además, con el avance de la implementación se han denunciado fallas tanto por parte de las empresas y de los estudiantes. Finalmente, los compromisos que aún no se pueden evaluar son, entre otros, el de la protección al patrimonio cultural, la cobertura universal de salud, la construcción de caminos de concreto en municipios del sureste mexicano, el fomento a la actividad pesquera y la transferencia a las comunidades mineras del impuesto que se cobra a las empresas por la extracción del mineral.
SinEmbargo