Gracias a un sólo producto, las empresas mexicanas podrán asegurarse por hasta 25 millones de dólares contra actos terroristas, sabotaje y ataques directos o indirectos ocasionados por el crimen organizado. Este servicio único fue desarrollado por Marsh Brockman México, empresa de correduría de seguros y gestión de riesgos, en conjunto con el equipo de Bowring Marsh en Londres y Lloyd’s Hiscox, especialistas en riesgos. Con esta innovación en los seguros, México será el primer país del mundo donde se ofertará una póliza que concentre los tres riesgos antes mencionados. Según la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), durante el año pasado 1 millón 389 mil empresas fueron víctimas de la delincuencia en el país. Por este motivo, cada empresa mexicana tuvo, en promedio, pérdidas por 56 mil 774 pesos.
El nuevo seguro surge después de que en el marco de la lucha anticrimen, encabezada por el ex Presidente Felipe Calderón y que dejó cerca de 100 mil muertos, decenas de negocios cerraron -sobre todo en el norte del país-, la presencia de ciertas compañías se volvió nula en distintos estados y en más de una ocasión se reportaron ataques contra automóviles e instalaciones de algunas compañías, como Sabritas, en Michoacán; además de que se volvieron constantes las extorsiones. Ante esta situación, una gran cantidad de clientes de Marsh Brockman y Schuh con frecuencia preguntaban a la aseguradora si los daños causados por las actividades del crimen organizado o el terrorismo estaban cubiertas por las polizas de propiedad.
Julián Abraham, Subdirector de Marsh en México, afirmó que las pólizas tradicionales no dejan clara la cobertura de riesgos por terrorismo o sabotaje, “por lo que la compañía decidió diseñar una póliza especifica que cubriera estas áreas”. “Desde enero pasado hemos tenido un buen número de solicitudes de fijación de precios y el interés en la contratación de la cobertura”, dijo. Abraham señaló que, actualmente, en México existen pólizas que sólo atienden eventos derivados de terrorismo, contemplando únicamente a los daños derivados de eventos políticos, religiosos e ideológicos, y aparte productos que incluyen daños causados por el crimen organizado, pero no hay un seguro que hable de todos estos riesgos. Narcobloqueo en Guadalajara, Jalisco, en agosto de 2012. Foto: Cuartoscuro Ya en el pasado, la aseguradora francesa Axa había anunciado que ofrecería pólizas contra actos terroristas en México. En julio de 2008 diversos medios publicaron que para entonces la firma ya ofrecía la cobertura en España y Estados Unidos. Incluso Axa destacó que si la compañía no contara con ese plan “sería como si en Acapulco no ofreciera un seguro contra huracanes”.
En otros países, las grandes empresas y los gobiernos son los encargados de contratar este tipo de servicios. En otros hechos, a mediados de 2012, las aseguradoras del país anunciaron que analizaban sacar de las pólizas los daños derivados de narcotráfico y crimen organizado. La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) informó que se estudiaba con especialistas del sector asegurador colombiano, que desde 1982 ofertan pólizas contra terrorismo, ampliar la inclusión de este seguro en México y anexar a ella los actos del crimen organizado. Desde el año 2001, las aseguradoras en el país excluyeron de las pólizas los daños provocados por actos terroristas y buscaban hacer lo mismo con los provocados por el crimen. Ahora la póliza de Marsh México podría acaparar la atención de decenas de empresarios que han enfrentado severas pérdidas en los últimos años.
Su seguro de terrorismo, sabotaje y actividad de crimen organizado cubre la pérdida o daño físico causado por: -Un acto de terrorismo -Un acto de sabotaje -Actividad del crimen organizado -Un acto de fuerza o violencia entre autoridades de gobierno y una organización criminal -Un acto de fuerza o violencia entre organizaciones criminales Existen dos exclusiones a este seguro. En primer lugar, el dolo o la mala fe o falso testimonio, esto es, si la empresa reporta un hecho que no es verídico se podría dar por finiquitado el servicio. La segunda cláusula es que la empresa que contrate el servicio debe reportar las medidas de seguridad que aplica, si no tiene, la póliza no procede.
DESASTRES NATURALES NO, PERO TERRORISMO SÍ Esta novedosa póliza surge justo cuando algunas aseguradoras ya no quieren incluir en sus pólizas la cobertura por desastres naturales como sismos y huracanes. Aunque esto tiene como trasfondo el hecho de que 2012 fue uno de los peores años para estas empresas en cuestión de fenómenos naturales, pues los desastres les costaron, a nivel mundial, 65 mil millones de dólares, según datos de la empresa alemana de reaseguro Munich Re AG, registró una baja con respecto a la cifra record de 119, 000 millones de dólares en 2011, cuando los devastadores sismos en Japón y Nueva Zelanda representaron un alto costo para el sector.
En México ya se puso en marcha la venta de estos seguros. Medios locales de Cancún indican que la urbe ya cuenta con la póliza. Este servicio está dirigido a las empresas y si ocurre cualquier incidente se les cubrirán las pérdidas. Si hubiese daños físicos a terceros, como clientes o usuarios -no incluye a empleados-, se les respaldará con la atención médica. El anuncio de Marsh sobre su nuevo producto tiene lugar tras una serie de eventos que afectaron severamente a distintas empresas. En 2012, los centros de distribución y vehículos de Sabritas fueron incendiados por miembros del cártel de Los Caballeros Templarios en Michoacán. Tan sólo en uno de estos sucesos, el 16 de mayo de 2012 las bodegas de Sabritas en Uruapan y Apatzingán fueron incendiadas, dejando pérdidas totales y 17 unidades quemadas en el segundo municipio. El 4 de mayo pasado, se difundió que Saba y Danone, por motivos de inseguridad, abandonaron Michoacán y trasladaron sus sedes a otros puntos del país. Danone tiene su nuevo centro de distribución en Querétaro, mientras que la el grupo famacéutico Saba opera desde Guadalajara, Jalisco. Ataque a Sabritas. Foto: Youtube En gran cantidad de países existen pólizas que cubren actos terroristas, pero a diferencia de México, no se refieren al crimen organizado. La oferta de seguros antiterroristas tuvo un auge luego del atentado del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, aunque después se añadieron limitaciones y algunas empresas eliminaron este tipo de pólizas. Los actos terroristas contra el World Trade Center de Nueva York representaron la pérdida más grande en la historia de la industria de los seguros en Estados Unidos.
De acuerdo Alfonso Nájera Ibáñez y Carmen García Canales, en el texto “La cobertura de terrorismo: algunos apuntes sobre un riesgo muy especial” disponible en Mapfre, antes de esa fecha trágica había países que contaban con sistemas de cobertura con participación estatal para este riesgo: España (Consorcio de Compensación de Seguros), Francia (Fondo de Garantía), Reino Unido (Pool Re), Israel (gobierno), Sudáfrica (SASRIA), Namibia (NASRIA) y Sri Lanka (gobierno). Tras el 11-S, dicen los autores, surgieron nuevos sistemas de este tipo de seguros: Francia (GAREAT), Alemania (Extremus), Estados Unidos (TRIA), Australia (ARPC), Holanda (NHT) y Austria (OVDT). En España se contemplan siniestros de terrorismo y tumulto popular. En este país el temor por ataques de este tipo se incrementó luego de que el 11 de marzo de 2004 (11-M), en Madrid, se registró un atentado perpetrado por activistas de grupos fundamentalistas islámicos y tras el ataque en la Terminal-4 del Aeropuerto de Barajas, el 30 de diciembre de 2006. En Colombia desde 1982 se ofertan pólizas contra el terrorismo. En este país Pablo Escobar y el cártel de Medellín fueron responsables durante la década de los 80′s de diversos ataques que cobraron la vida de cientos de ciudadanos.
