El viejo lobo solitario terrorista tiene nuevo nombre. La comunidad de servicios de espionaje anglosajona los ha rebautizado como “Nike terrorists” (los “terroristas Nike”). Les basta una idea criminal para lanzarse a ponerla en práctica, siguiendo el lema de la famosa marca de prendas deportivas: Just do it! (Hazlo). El término define a los fanáticos islamistas que actúan por su cuenta, con pocos medios (les basta un cuchillo) y menos preparación (la víctima puede ser elegida al azar). Una amenaza difusa e imparable (al menos en apariencia), porque cualquiera puede ser en cualquier momento un terrorista Nike. Boston y más recientemente Londres (y, posiblemente, París) ya han sufrido su impacto. España tampoco es ajena a estas técnicas criminales, que aquí los expertos denominan desde hace años “la yihad terrorista individual”. Pero este tipo de terrorismo ni es tan nuevo, ni los autores de los crímenes eran tan solitarios ni eran perfectos desconocidos para las fuerzas de seguridad.
Imagen de Michael Adebolajo, uno de los dos autores del degollamiento de Londres.
El fenómeno se ha manifestado con especial virulencia tras los atentados de Boston o el asesinato de un cadete en un barrio de Londres. Se ha puesto de moda como término pero no es exactamente algo nuevo. “Desde hace dos años, desde la muerte de Osama Bin Laden, desde el directorio de Al Qaeda se han reiterado los llamamientos a cometer acciones de la yihad individual, que acaban perpetrando individuos en occidente”, recuerdaFernando Reinares, investigador del Real Instituto Elcano y uno de los mayores expertos europeos en terrorismo internacional. Mohamed Merah,el franco-argelino de 23 años que soñó con “poner de rodillas a Francia” y asesinó a siete personas en marzo de 2012 en una loca carrera asesina por Toulouse y Montauban, es el peor ejemplo de la yihad individual.
Los servicios antiterroristas refrendan esta idea. El sirio español Mustafa Setmarian(¿dónde está? ¿preso o libre y oculto?) ya lanzaba en 2004 soflamas para los ataques individuales, de la peligrosidad del terrorista autónomo. Pero de forma más reciente, Anwar al-Awlaki soltó en uno de sus sermones por Internet la idea del Just do it!. “Tampoco se puede decir que hayan tenido mucho éxito, ya que entre los miles de radicalizados que hay en Occidente solo tres terroristas de este tipo se han lanzado a atentar”, afirma Reinares, quien recuerda que la real amenaza es la del gran atentado, bien organizado y con capacidad para matar a cientos de personas (como el 11-M o el 11-S). Esa amenaza parece, de momento, concentrada en países como Malí, Siria, Afganistán, o incluso en Nigeria. “Pero les gustaría volver a dar el salto desde esos países”, advierte Reinares.
Los hermanos Tsarnaev, antes del atentado de Boston.
Los terroristas solitarios o Nike tienen, en cualquier caso, algo en común: todos eran conocidos o habían sido seguidos por los servicios de información precisamente por su carácter radical. Eso pasó con los autores de los atentados de la maratón Boston (el mayor de los hermanos Tsarnaev, Tamerlan, había sido interrogado por el FBI en 2011 a instancias de Rusia ) y con los de la decapitación de un cadete en una calle de Londres (los vecinos Michael Adebolajo –que solía calzar zapatillas Nike- y Michael Adebowale estaban en el radar de los servicios secretos pero no fueron sometidos a vigilancia porque no eran considerados peligrosos). “Eso nos tiene que llevar a una reflexión sobre el tratamiento que los servicios de inteligencia dan a este tipo de radicales”, subraya Reinares.
El investigador Reinares recuerda el caso de los presuntos terroristas de origen checheno Eldar Magomedov y Muhamed Ankari Adamov, detenidos en junio de 2012 en Algeciras (Cádiz) cuando supuestamente estaban planeando un atentado. Magomedov había estado durante un tiempo indefinido de 2010 en Afganistán y Paquistán y fue identificado como Muslim Dost, a quien, según el auto por el que fue enviado a prisión, “se le atribuye la participación a partir del año 2010 en actividades de carácter terrorista en Waziristan”. Y teóricamente eran terroristas Nike. Es decir: serían todo lo solitarios que se quiera decir, pero tanto a través de Internet como incluso cara a cara, habían sido radicalizados por el entramado de Al Qaeda. Lo cual no cambia el inicio: si tienen una idea, la ejecutan, sea montando ollas bomba sea a cuchilladas. Sin más. El efecto es siempre el mismo: siembran el pánico.
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