Arquitectos del Nuevo Milenio
Por Arq. Lilian Guadalupe Salazar Pedraza
Realmente esta complejidad se vive en todos los rincones del planeta, y en México no es la excepción ya que la naturaleza y el hombre nos hemos olvidado de la convivencia diaria, los fenómenos hidrometeorológicos son los que causan más estragos en el patrimonio familiar, considerando su recurrencia y vulnerabilidad. Los retos de la reubicación de vivienda en situación de riesgo es un tema idóneo y muy prometedor en desarrollo profesional pues existen desafíos que se deben de aplicar para adquirir nuevos conocimientos, estrategias y técnicas de trabajo en Atlas de riesgos, planes de desarrollo y una legislación muy actualizada, con este universo es más sencillo trabajar amparados bajo la legalidad y transparencia, que profundizar en los posibles supuestos de cualquier propuesta.
El porqué del tema seleccionado… es una ruta de vida fascinante y direccional hacia la actividad profesional con servicio a la sociedad más vulnerable.
Pero… ¿Cuál es el problema real de estos ejercicios?. Los retos! Así es… son las habilidades que hay que desarrollar para lograr que un grupo social afectado por una situación hidrometeorológica adversa acepte su situación cíclica de vulnerabilidad y ACEPTE la solución: REUBICARSE en un entorno favorable. Anteponiendo su comodidad física a su comodidad social. Este es la parte primordial del quehacer de la Arquitectura… ofrecer un espacio digno, desde los urbano a los espacios familiares y personales!
Si, desde tiempos remotos los asentamientos humanos en las riveras de los ríos o de los cuerpos de agua, han marcado cierta preferencia, lo que esto conlleva a que algunos pueblos y ciudades o alguna parte de ellos, se vean inmersos en problemas de inundaciones, la recurrencia anual de estos fenómenos hídricos no merman los ideales humanos de asentamientos en predios inundables, aunado a las políticas urbanas y de territorio. La intensidad de los fenómenos no es similar, pero si se desarrolla de forma cíclica cada 4 u 8 años, lo cual hace que la respuesta de su gobierno local, muchas veces no se le dé continuidad ya que estos fenómenos en su etapa más crítica solo se presentan una vez o ninguna por cada administración municipal pues el lapso de tiempo de los gobiernos municipales tiene una duración de tres años.
Una de las ventajas de la vivencia de este tipo de problemática urbana es el fortalecimiento social, ya que debido a la psicología de las masas, éstas se vuelven solidarias con sus vecinos en situaciones críticas, la coordinación social y el trabajo en equipo para llegar a un mismo fin… ya sea el resguardo de las viviendas en riesgo, o apoyar en la mudanza a quien lo requiera.
La aplicación de los recursos humanos y económicos sale a flote en su máxima expresión y agilidad de negociación con las entidades de gobierno y de no gubernamentales para mitigar los estragos de las familias en vulnerabilidad como una respuesta inmediata a las demandas comunitarias.
Se generan empleos debido a la estrategias de respuesta, se fortalecen las políticas públicas y sociales, se proporciona estabilidad social a través de la respuesta a las demandas urgentes, aflora la realidad local y se direcciona a donde se requiere con esto decrece los conflictos político sociales debido a la atención de los sectores de marginación y vulnerabilidad, como es el caso de las familias asentadas en áreas de riesgo.
Se fortalecen las bases de una democracia social, ya que los mismos afectados evalúan mentalmente su necesidad con respecto a la de sus vecinos y priorizan los apoyos según el grado de afectación de las mismas familias. Se conlleva una propuesta de reubicación que fortalezca las políticas públicas y su aceptación de las personas afectadas
Al trabajar las estrategias se puede obtener un gran logro, como es la elevación de los niveles de vida de la población a través de obras de infraestructura logrando niveles de bienestar a la población beneficiada.
Específicamente cuando se trabaja en las zonas de riesgo la atención post desastres se ha ido perfeccionando de tal manera que se avanza poco a poco sobre el trabajo de prevención, esta parte es un quehacer profesional para las alternativas de los usos del suelo y los cambios requeridos para evitar el problema recurrente de afectación, apoyándose en la fortaleza de la declaratoria de “zona de desastre” que va de la mano con los diversos criterios que se van afianzando con la retornancia de los mismos efectos naturales, dejando más lineales los procesos de responsabilidad institucional con respecto a la vulnerabilidad de las personas que habitan zonas de riesgo.
La participación de la sociedad en los procesos de reubicación oscila entre un liderazgo independiente de la gobernanza y agentes externos ya que la toma de decisiones con respecto a su situación se debe adecuar a la estructura institucional que tiene mayor jerarquía en la inversión del proyecto de reubicación y a los requerimientos de los programas participativos con respecto a la respuesta de las necesidades de la mayoría, este campo requiere de la participación conjunta entre especialistas en planeación urbana y legisladores, el ser humano merece vivir con dignidad sin perder sus valores culturales y de arraigo, en el Colegio de Arquitectos Nuevo Milenio, nos comprometemos en mejorar el quehacer profesional, trabajando proyectos que van de la mano con la legislación actual y la participación e integración social.
SEMBLANZA: Lilian Guadalupe Salazar Pedraza, Arquitecta por la Facultad del Hábitat de la UASLP, mi experiencia profesional radica en 20 años del ejercicio de las políticas públicas y la gestión del riesgo en gobiernos municipales, pertenezco al grupo fundador de la ANGIR delegación SLP.