Luchador perdió a su familia en explosión y el ring donde trabajaba

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El luchador enterró a 14 familiares, se quemó su ring, su taller mecánico y con ellos su fuente de ingresos, luego de la explosión de una pipa de gas

Fausto López Cedillo, es un luchador profesional que habitaba en la casa de tres niveles donde murieron el 7 de mayo 14 de sus familiares en la comunidad de San Pedro Xalostoc.

Días más tarde, otros cuatro miembros del núcleo familiar fallecieron por las heridas que sufrieron por la explosión de una pipa de gas que circulaba sobre la autopista México-Pachuca.

Fausto, quien además de combinar el pancracio atendía con su hermano Mario un taller mecánico en el patio de su casa, en la cerrada Cuauhtémoc, está desolado por la muerte de sus seres queridos.

“Todavía está muy reciente lo que pasó, no nos hemos recuperado y no creo que lo hagamos nunca”, dijo.

En la parte superior de la casa, cuyas paredes forman parte del muro de contención de la vialidad de cuota, murieron cinco de sus familiares, abajo otros seis y enmedio tres más.

Su madre y cuatro hermanos, están en la lista de víctimas fatales. En otra casa, también en la cerrada de Cuauhtémoc, pereció una de sus hermanas. Nada lo consuela. Su dolor es inmenso, aunque trata de disimularlo.

Una buena noticia recibió este fin de semana: su sobrino Edgar Pacheco, de 24 años de edad, fue dado de alta luego de estar internado en el hospital de Alta Especialidad de Zumpango.

Además de la pérdida de sus parientes, en el percance se quemó un ring que alquilaba para que se realizaran peleas de lucha libre.

Esa era la principal fuente de ingresos para sostener a su familia, así como un taller mecánico que se encontraba en el patio de la casa donde murió su mamá y sus hermanos.

La estructura del cuadrilátero estaba en dos vehículos que se quemaron el día de la explosión. Todo fue alcanzado por las llamas, nada pudo recuperar.

El ring lo rentaba en varias partes del país donde se realizaban funciones de lucha en las que participaba. Obtenía dinero para llevarlo a su casa que se incendió la madrugada de aquélla trágica madrugada del martes 7 de mayo.

Desde el accidente no tiene ganas, ni tiempo y mucho menos ánimo para entrenar o para luchar. “Eso es en lo que menos pienso, pero tendré que hacerlo porque la vida sigue y hay que trabajar para ayudar a mis hijos”, contó.

Fausto trabajaba también en el taller con su hermano Mario. La noche del percance no durmió en la casa de su madre “si no quién sabe qué hubiera pasado conmigo”.

El taller y siete vehículos que se encontraban en esa área se incendiaron. Según los hermanos, el taller mecánico y lo que ahí se encontraba no fueron incluidos en la lista de pérdidas materiales que se registraron, por lo que no han recibido recursos para ponerlo a operar de nueva cuenta.

Mario López, quien se encontraba con sus cuatro hijos y su esposa al momento de la explosión, tiene secuelas del siniestro. Perdió parte de la audición y no ha sido atendido por las autoridades de los tres niveles de gobierno.

Se atendió con un médico particular, quien le recomendó practicarse exámenes para determinar la gravedad de la lesión auditiva.

Los hermanos López Cedillo aseguran que la ayuda prometida no les ha llegado completa. Por los siete vehículos recibieron 30 mil pesos, por cada uno, pero dicen que les ofrecieron 50 mil. Del taller, la herramienta y el ring no han recibido apoyo económico.

La casa, que fue la más afectada de los 35 inmuebles, aún está en pie y no saben qué pasará con ella. Nadie quiere vivir en ella, los recuerdos no los dejarían hacerlo en paz.

Con información de:  http://www.eluniversaledomex.mx/home/luchador-perdio-a-su-familia-en-explosion-y-el-ring-donde-trabajaba.html

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