Luis Morales Reyes, arzobispo emérito de la iglesia católico potosina, murió impune porque existe documentación donde él reconoce que el exsacerdote Eduardo Córdova Bautista cometió delitos sexuales en contra de menores, y lo único que hizo fue removerlo de un templo a otro, dijo Martín Faz Mora, representante legal de 19 víctimas.
Aseguró que el arzobispo fallecido este viernes no dejó como legado haber sido un buen pastor.
“No le veo el talante de buen pastor. Él no cumplió su labor de pastor de proteger a las ovejas, permitió que el lobo atacara a las ovejas al no poner un alto cuando sabía perfectamente lo que estaba sucediendo”, dijo.
Refirió que en su momento el prelado envió documentos a las familias de las víctimas, donde expresamente les informaba del cambio de iglesia de Córdova Bautista como una forma de afrontar el problema, pero nunca se realizaron procedimientos al interior de la Arquidiócesis, ni tampoco notificó a las autoridades.
“Particularmente de Morales Reyes, él reconoció que Eduardo Córdova era un depredador sexual y sin embargo no hizo nada para evitar que siguiera dañando, sino al contrario, al cambiarlo de lugar lo único que se logró, pues fue que se tuviera más víctimas en otros espacios y nunca se tomó una medida interna disciplinaria”, reclamó.
Martín Faz criticó, además, que, si bien la otrora Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) giró la orden de aprehensión en contra del exsacerdote, nunca indagó el delito de encubrimiento atribuido al clero católico.
“El encubrimiento por parte de la Arquidiócesis sigue en la impunidad, pero digamos que Eduardo Córdova se fugó, pero la Arquidiócesis no se ha fugado; ahí está y la Procuraduría y cuando se transformó en Fiscalías se le buscó a Federico Garza Herrera para ver cómo va ir avanzando esto, se sostuvieron un par de reuniones o hasta más, sin embargo, jamás avanzó nada”, concluyó.
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