Madres buscadoras asesinadas: de Marisela Escobedo a Teresa Magueyal

México es un país que desde hace años enfrenta una terrible problemática: la desaparición de personas. Los casos de aquellos que un día salieron y no volvieron nunca más superan los 110,000; con ellos surgió un movimiento basado en el amor, el cual ha trascendido fronteras, no solo por la increíble labor que hacen, también por que algunas de quienes salen a buscar a sus seres queridos con sus propias manos, han sido blanco de ataques e incluso asesinatos, ellas son las madres buscadoras.

Su fortaleza proviene de su debilidad, pues el amor por sus hijos las impulsa a levantarse pese a sentir que la vida se les consume cada día que no saben de ellos. Así, en medio de un profundo dolor, miedo e incertidumbre, los grupos recorren ciudades, pueblos, carreteras, ríos,  montañas, terrenos baldíos y muchos otros lugares, removiendo la tierra, buscando algún indicio de sus seres queridos. Gracias a ellas se han descubierto fosas clandestinas y otras personas han encontrado a sus familiares. 

Pero lo admirable de su labor se ve empañado por la misma problemática que las hizo comenzar a buscar: la violencia desmedida que se vive en cada rincón del país. Cuando ellas encontraron pistas, restos humanos, fosas clandestinas u algún otro indicio, comenzaron las amenazas, los atentados, algunas han sobrevivido -con la zozobra de no estar protegidas- mientras que otras fueron alcanzadas por los homicidas. 

Las buscadoras están por todo México. Foto: Cuartoscuro. 

Marisela Escobedo

Su nombre, su rostro y su lucha pasaron a la dolorosa historia de México, comenzó en 2008, en uno de los lugares que se asocia con los feminicidios: Ciudad Juárez. Buscaba a su hija Rubí Frayre, una adolescente de 16 años que se había ido a vivir con su pareja, con quien procreó una hija. El hombre, Sergio Barraza, quien era mayor que la jovencita le dijo que se había ido con otro, abandonando a la pequeña, pero no le creyeron. 

Una pista la llevó a un lugar donde tiraban desechos, allí encontró un fragmento de hueso de su hija, emprendió una “cacería” que le hizo llevar al asesino de su hija a juicio, pero fue exonerado. Comenzó otra cruzada, con sus propios medios localizó a Barraza, pero él ya se había unido a Los Zetas, pese a que dio ubicaciones exactas, nunca fue capturado. En cambio, ella fue asesinada días antes de Navidad -el 16 de diciembre de 2010- frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua. 

Su caso inspiró un exitoso documental de Netflix: “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, en el que se narra la corrupción, injusticia y otros obstáculos que la madre enfrentó en su camino. 

Su lucha incansable sigue siendo recordada. Foto: especial. 

Miriam Rodríguez Martínez 

Otra mujer que inspiró una producción, La civil”, Miriam también sufrió la pérdida de su hija Karen Alejandra Salinas Rodríguez, de 20 años, quien fue secuestrada en San Fernando, Tamaulipas. Después de entregar el rescate y no tener a la joven de vuelta, comenzó una verdadera cacería para dar con los culpables. Así, uno a  uno, los atrapó. 

Para lograrlo se cortó y tiñó el cabello, se disfrazó, se hizo pasar por encuestadora, trabajadora de salud y funcionaria electoral; se infiltró en los hogares de las familias de los secuestradores y asesinos de su hija, obtuvo información y los puso tras las rejas, ella sola, sin ayuda de las autoridades. 

También Los Zetas estuvieron detrás de lo sucedido con Karen, algunos de los implicados se “arrepintieron” abandonaron el cártel y rehicieron sus vidas, fue así como los capturó. Pero el crimen organizado no perdona a quien lo desafía, el 10 de mayo de 2017, Miriam fue asesinada a balazos frente a su casa. 

Encarceló  a varios de los asesinos de su hija. Foto: especial. 

 María del Rosario Zavala Aguilar

Fue en diciembre de 2019 cuando Yatziri Misael Cardona Aguilar fue secuestrado en León, Guanajuato, desde ese momento su madre, María del Rosario Zavala Aguilar comenzó a buscar al adolescente de 16 años. Pegando carteles, presionando a las autoridades, buscando por todas las colonias ella pasó 10 meses de su vida.

Un día recibió una pista que la llenó de esperanza, le dijeron que habían visto a su hijo, llamó a su hija mayor -tuvo seis- para decirle que estaba más cerca de encontrar a su hermano, pero el júbilo de esa pista fue cortado de tajo cuando dos jóvenes tocaron a la puerta de su casa el 14 de octubre de 2020 y la asesinaron con seis balazos. 

Con seis balazos terminaron su vida. Foto: especial. 

Rosario Lilián Rodríguez Barraza

Fernando Abixahy Ramírez Rodríguez tenía 20 años al momento de su desaparición, ocurrida el 16 de octubre de 2019 en La Cruz de Elota, Sinaloa. Su madre comenzó a buscarlo, se unió a un colectivo. Así, la mujer que fue jornalera y cortaba chiles para mantener a sus hijos, se convirtió en una buscadora. 

Por su cuenta recabó videos y encontró testigos de la desaparición y los presentó a las autoridades, tras sus acciones las amenazas llegaron, le rociaron gasolina a su casa para intentar quemarla, le robaron una camioneta, incluso patrullas se acercaban para preguntarle qué tanto buscaba, a lo que ella respondía que a su hijo. 

El 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas por Desaparición Forzada, Rosario fue “Levantada” por una camioneta, su hijo trató de denunciar la desaparición, pero no obtuvo respuesta. Al siguiente día fue encontrada asesinada. 

Muchas amenazas precedieron su asesinato. Foto: Juan Panadero. 

María del Carmen Vázquez

Ósmar Zúñiga Vázquez, de 21 años, desapareció el 14 de junio de 2022 en Abasolo, Guanajuato, su madre se unió a un colectivo para encontrarlo y comenzó la tarea de recorrer lugares, buscar hasta debajo de las piedras, pero no había rastros de él. 

El 6 de noviembre de ese mismo año María del Carmen Vázquez fue asesinada cerca de su domicilio por dos hombres que iban a bordo de una motocicleta y se dieron a la fuga. El Alto Comisionado de la ONU por los Derecho Humanos condenó este asesinato. 

Fue asesinada en Guanajuato. Foto: especial. 

Teresa Magueyal

José Luis Apaseo Magueyal, de 34 años de edad desapareció el 6 de abril de 2020 en la comunidad de San Miguel Octopan, perteneciente a Celaya, Guanajuato, por ello Teresa se convirtió en una madre buscadora. Su hijo era padre, por lo que ella tenía cuatro nietas menores. 

Sus esfuerzos por encontrar a su hijo no dieron fruto, Teresa se fue de este mundo sin tener noticias de él. El 2 de mayo la mujer fue asesinada a balazos cuando iba en bicicleta, frente a un kinder, en la misma localidad donde el hombre desapareció. 

No encontró a su hijo. Foto: especial. 

El Heraldo de México

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