Marco Antonio recuperó recientemente su libertad gracias a una suspensión condicional del proceso, pero su historia no termina ahí: marca el inicio de un camino de sanación y reinserción social.
José Mario de la Garza Marroquón, presidente de Perteneces A.C. dijo que, fue la madre de Marco Antonio quien se acercó a la asociación, convencida de que su hijo merecía una segunda oportunidad.
Con el acompañamiento de Perteneces, Marco Antonio reconoció que enfrentaba un problema de adicciones y decidió enfrentarlo con responsabilidad.
Tras obtener su libertad, ingresó voluntariamente al Centro Temazcalli, donde continúa su tratamiento y proceso de recuperación personal.
El caso de Marco Antonio demuestra que la reinserción social no se limita a abrir las puertas de una prisión, sino también a sanar, acompañar y apostar por la transformación humana. Su historia es un recordatorio de que las segundas oportunidades pueden cambiar destinos cuando existen redes de apoyo, compromiso y esperanza.


