Por primera vez en la historia, tropas regulares de los Estados Unidos han sido enviadas a la frontera con México, específicamente el Cuerpo de Marines, para apoyar en tareas de control migratorio y aduanero.
Un total de 500 marines han sido desplegados en la zona de Imperial Beach, en el sur de California, en las cercanías de Tijuana. Este refuerzo busca cumplir la misión de garantizar la seguridad en la frontera y proteger la integridad territorial de los Estados Unidos, según indicó el Departamento de Defensa.
El Comando Norte de Estados Unidos, a través de la I Fuerza Expedicionaria de la Infantería de Marina, ha asignado estos efectivos con el objetivo de reforzar la seguridad fronteriza y apoyar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Este es un aumento significativo en la presencia militar activa en la frontera sur.
Anteriormente, en esta zona solo se había contado con elementos de la Guardia Nacional, bajo el mando de los gobiernos estatales, y reservistas que se ofrecieron voluntariamente.
Además de este despliegue militar, el gobierno de EE. UU. ha comenzado a utilizar aviones militares para deportar migrantes, lo que marca un cambio importante en la política migratoria. Aviones C-47, de la 82ª División Helitransportada, se han destinado a las deportaciones, siendo el primer vuelo realizado a Guatemala con 80 migrantes a bordo. Esta medida se enmarca dentro de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, quien ha señalado que estas aeronaves serán utilizadas para continuar con las deportaciones de forma más eficiente.
Cabe destacar que, debido a la ley Posse Comitatus Act, los marines no pueden asumir funciones civiles como detener o custodiar a los migrantes.