La temporada de incendios forestales sigue causando estragos en San Luis Potosí, donde actualmente se mantienen activos al menos diez siniestros en diversas regiones. Estos incendios afectan a los municipios de Rioverde, Cerritos, Santa Catarina, El Naranjo, Tamasopo y Ciudad Valles, según informó el Comité del Manejo del Fuego, que incluye a la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC).
Hasta la fecha, se han registrado un total de 43 incendios forestales en el estado, que han arrasado con más de 2 mil 600 hectáreas de vegetación. A pesar de estos números alarmantes, algunos incendios ya han sido controlados y apagados. Entre ellos se encuentran los siniestros en la comunidad Malpaís, en El Naranjo, y en El Abra, en Ciudad Valles. También se ha logrado extinguir el fuego en la zona de Papagayos, en Ciudad del Maíz, y el incendio en Villa de Reyes está completamente controlado, con solo las labores de liquidación pendientes.
En Cerritos, un incendio forestal que comenzó en Estación Montaña la semana pasada sigue activo, aunque las autoridades reportan que ya se ha controlado un 80% y un 60% de la liquidación. Las brigadas continúan trabajando intensamente para asegurar que el fuego quede totalmente apagado. En Rioverde, el incendio en el paraje Piedra Parada, en el ejido de San Diego, también sigue activo, pero con un 70% de control y un 60% de liquidación.
El combate a los incendios ha sido una labor destacada de brigadistas y voluntarios. Los equipos de la Conafor, la Brigada Red Fox, los voluntarios de la Brigada Matehuala Coyotes, y Protección Civil de Cerritos, junto con 65 voluntarios de las localidades de Montaña, Cerritos, San Cristóbal y Rincón, están trabajando sin descanso. También se han sumado brigadistas de Tanlajás, Rioverde y el Yonkers Club, quienes aportan vehículos todo terreno para apoyar las labores.
Los brigadistas mantienen su esfuerzo para evitar que los incendios se expandan aún más y minimizar los daños ambientales, mientras protegen a las comunidades cercanas a los focos de fuego.