Me dejaron de apoyar a tres días de la caída del globo: sobreviviente

El último recuerdo que Regina Nolasco guarda de sus padres, antes de que fallecieran en la caída del globo aerostático en Teotihuacan el pasado 1 de abril, es el abrazo por el cumpleaños a su mamá: “le deseamos que cumpliera muchos años más… le dijimos que la amábamos con toda el alma, que íbamos a estar siempre juntos”.

Regina, de 13 años, narró a MILENIO cómo logró salvar la vida con un salto a pocos metros de altura mientras el dirigible en el que iban se incendiaba. Su madre, que repitió esta acción y a quien vio caer cerca de ella, no tuvo la misma suerte, pues murió tras impactarse en tierra.  

“Entré en un trance muy fuerte, porque mi mamá no se levantaba… cuando la vi, sabía que ya estaba muerta, fue muy difícil. Le grité a las personas que nos ayudaran, pero en vez de acercarse, se alejaban.

“Llega una paramédica de Estados Unidos que era visitante, le digo que por favor me diga si mi mamá está viva o muerta, se acerca a mi mamá y no tiene pulso. 

“El globo subió muy rápido, vi a mi papá en el aire gritando, pidiendo ayuda, y de repente veo que cae. Los paramédicos llegaron corriendo por mí, también policías, todos. Yo sabía que mis papás ya habían muerto”.

El 1 de abril la familia Nolasco Becerril contrató a la agencia Zapata de Perro para celebrar el cumpleaños de Viridiana; el paquete incluía un vuelo colectivo, pero ante la saturación, el servicio se les brindó en una canasta que solo ellos abordaron.

También contrataron foto y video para que un dron documentara el vuelo que duró poco más de 30 minutos, pero a la fecha no se sabe dónde quedó ese material.

“Nos avisa el piloto que vamos a aterrizar… nos dice ‘van a flexionar sus rodillas, estamos a punto de caer’, caemos, agarran la cuerda y explotan todos los gases.

“De repente grito, porque arde, quema. Mi mamá también, luego mi  papá… mi instinto fue saltar, ¿qué más podía hacer?”, narra.

Por esta tragedia solo hay un detenido: el piloto, quien presumía 10 años de experiencia y se aventó de la canasta en cuanto los gases explotaron; operaba sin licencia, por lo que la familia de las víctimas sigue a la espera de que se emitan órdenes de aprehensión contra el dueño de la agencia y el administrador.

“No podía creer lo que estaba viviendo, fue como estar arriba del globo, y de repente tus papás mueren”, comparte Regina. 

La adolescente fue sometida a una cirugía para acomodarle el brazo que se dislocó tras la caída y para sanar las quemaduras le han aplicado tratamientos muy costosos; estos gastos corren por cuenta de su abuela y tíos, pues incluso acusan que desde el tercer día de hospitalización, Regina dejó de recibir apoyo de las autoridades.

Hace unos días le quitaron los clavos, su abuela cuenta que el doctor le dio luz verde para retomar sus actividades, pero Regina se aflige porque “su vida ya no será normal”. 

“Sin avances”

La Fiscalía General de la República (FGR) atrajo la investigación por el delito de homicidio y lesiones hace tres semanas; sin embargo, nadie se ha comunicado con la familia para informar sobre posibles avances. “Si están actuando, no nos lo han hecho saber”, comentó Emma Sarmiento, tía de la menor y hermana de Viridiana, quien asumió la custodia de su sobrina y el procedimiento legal para exigir justicia.

“La fiscalía (del Estado de México) fue la única que tuvo acercamiento cuando ocurrió el percance, los tres primeros días estuvieron muy atentos, nos otorgaron el panteón, la cirugía de mi sobrina, y cuando se les pidió ayuda psicológica o una beca, no tuvimos respuesta”.

Este mes, Regina cumple 14, su mamá ya planeaba su fiesta de 15 años, el pasado miércoles fue su primer 10 de mayo sin ella, “me dolió mucho porque la gente disfrutaba con sus mamás en un restaurante y yo tenía que disfrutar el 10 de mayo en un panteón regalándole flores a mi mamá y no pudiéndola abrazar”.

Pese a esto, la amante del basquetbol refleja fortaleza y afirma que no tiene miedo a la muerte, pues sabe que ahí están sus papás, pide que las autoridades no la dejen sola.

Milenio

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