Válvula de escape al saturado sistema penal.
La mediación es un proceso informal y confidencial donde una persona de opinión neutral sirve para animar y facilitar la resolución de un caso o disputa sin prescribir el resultado del mismo. En el sistema judicial vigente, un juez o magistrado (arbitrador) decide, tras valorar una serie de elementos, por los interesados cómo una disputa será resuelta, mientras que un mediador (o conciliador) ayuda a los interesados a llegar a un acuerdo voluntario y mutuamente aceptable.
El papel del mediador puede incluir ayudar a los interesados a identificar sus problemas, evaluar y estimar los puntos fuertes y débiles relativos al caso, determinar los intereses en común, fomentar la resolución del problema y explorar alternativas finalizando en un acuerdo de conformidad.
Si bien en México la mediación no se encuentra del todo jurídicamente sustentada, es tarea esencial del Policía, particularmente del Policía Municipal, realizar tareas de mediación vecinal y comunitaria en sus sectores de vigilancia asignados, ya que la proximidad de este nivel de Gobierno implica con mucha frecuencia que los elementos policiales arriben a los lugares en los que se desarrollan conflictos vecinales no graves, que pueden y deben ser resueltos de forma tal que no contribuyan a saturar los atestados aparatos de procuración y administración de Justicia.
El modelo de mediación de conflictos conocido como Comunicación no violenta (CNV) o Comunicación Empática, es un modelo desarrollado por Marshall Rosenberg, el cual busca que las personas se comuniquen entre sí de manera efectiva y con empatía. Enfatiza la importancia de expresar con claridad observaciones, sentimientos, necesidades y peticiones a los demás de un modo que evite el lenguaje evaluativo que etiquete o defina a los interlocutores o a terceros.
Los que usan comunicación no violenta (también llamada “comunicación empática”) consideran que todas las acciones se originan en un intento de satisfacer necesidades humanas, pero tratan de hacerlo evitando el uso del miedo, la culpa, la vergüenza, la acusación, la coerción y las amenazas. El ideal de la CNV es que las propias necesidades, deseos, anhelos, esperanzas no se satisfagan a costa de otra persona. Rosenberg, formado como psicólogo clínico, ha aplicado el modelo de Comunicación No Violenta en programas de paz en países realmente conflictivos como Ruanda, Burundi, Nigeria, Malasia, Indonesia, Sri Lanka, Medio Oriente, Serbia, Croacia, e Irlanda.
La mediación de conflictos debe pro tanto ser un instrumento de trabajo de la Policía Municipal, pues introduce enfoques alternativos y puntos de coincidencia entre diferentes visiones culturales, comunitarias y vecinales. Es una herramienta de prevención del delito y de reconciliación comunitaria.
La mediación es un procedimiento voluntario, confidencial y flexible, para ayudar a que dos o más personas o instituciones encuentren la solución a un conflicto en forma no adversarial, regido por un principio de equidad y honestidad, en el que interviene un tercero imparcial y neutral llamado mediador. El mediador es una tercera persona que facilita la comunicación y el entendimiento, que sirve a las personas en conflicto a encontrar alternativas de solución al problema que se presenta, y solo es responsable del proceso, mientras que el resultado es responsabilidad de las partes.
Algunos de los conflictos que pueden ser trabajados y resueltos mediante la mediación son los conyugales y familiares, escolares, vecinales, de convivencia, de vivienda entre inquilinos, dueños y moradores, entre pequeños comercios, ambientales de nivel micro y hasta laborales, siempre y cuando de las conductas motivo del conflicto no se desprendan probables delitos.
Toda esta gama de problemas es vista y atendida de manera frecuente por el elemento policial municipal, ya que son los problemas que se presentan en el devenir cotidiano de sus funciones, por tanto, es esencial que reciba capacitación especializada en el tema de la mediación comunitaria, vecinal y escolar.
La mediación fortalece las relaciones comunitarias, despresuriza el ya saturado sistema de justicia penal formal, construye paz y cohesión social, privilegia el respeto a diferentes formas de pensar, e integra y valora a las personas y a los diferentes grupos. Si los elementos de Seguridad Pública llevan a cabo responsable y adecuadamente estas tareas, contribuirán también al proceso de reconciliación policía-sociedad, así como para mejorar la imagen y prestigio de la Institución Policial, que es un pendiente de resolución urgente en México.
Recordemos que conflicto no es sinónimo de violencia, ni de negatividad. Es parte natural de la vida y del devenir social, y es necesario tanto para el avance como para los cambios de paradigma en los diferentes ámbitos de la vida.
En próximas colaboraciones hablaremos de un modelo factible de implementación de un modelo municipal de mediación en el que la intervención y participación policial será fundamental.
Juan Felipe Sánchez Rocha.
@JFSR_SLP
Mediación en el ámbito municipal de la Seguridad Pública
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