A menudo se dice que la carga tributaria en México, es decir todos los impuestos que pagamos, es mucho más agresiva que en otros países, tanto por el número de gravámenes como por las tasas que aplica el gobierno federal a los contribuyentes.
Sin embargo, los datos demuestran que no es así. En un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México figura entre los países miembros como uno de los que menor carga tributaria aplica a su población, aunque también con bajo nivel de recaudación y gasto social.
En 2012, México se ubicó en el lugar 32 de los 34 países miembros de la OCDE con la menor carga fiscal sobre el ingreso laboral, sólo por arriba de Chile y Nueva Zelanda. Vista al revés, la lista nos dice que México fue el tercer país con la menor carga tributaria sobre el ingreso de los trabajadores en 2012.
Los impuestos aplicados por México al salario de los trabajadores el año pasado fueron de 19 por ciento, nivel inferior al promedio de la OCDE, que fue de 35.6 por ciento y respecto a la más alta, de 56 por ciento, aplicada por Bélgica.
Es decir, si una persona ganara diez mil pesos al mes, estaría dando mil 900 pesos al gobierno en impuestos, mientras que si tuviéramos el nivel de Bélgica, pagaríamos cinco mil 600 pesos en gravámenes.
Algo similar ocurrió con el impuesto al consumo, ya que mientras las autoridades nacionales aplican una tasa de 16 por ciento, en Islandia es de 25.5 por ciento, y en Noruega y Suecia de 25 por ciento, respectivamente.
Pero además de los impuestos al ingreso y al consumo, los países de la OCDE también aplican los llamados impuestos especiales sobre productos específicos, como por ejemplo alcohol y tabaco, por citar sólo algunos.
Según el organismo, en el caso de esos dos productos, México aplicó en 2012 una tasa de 16 por ciento, mientras que Hungría, en el extremo más alto, de 27 por ciento para cada uno.
Recaudar, el problema
Así, aunque en nuestro país se aplica prácticamente el mismo número y tipo de impuestos que el resto de las naciones miembros de la OCDE, obtiene una menor recaudación.
Cifras de la propia organización, disponibles hasta 2010, refieren que los ingresos fiscales totales de México ese año fueron equivalentes a 18.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB: 1.5 billones de dólares), es decir, de 270 mil millones de dólares.
Mientras tanto, en otros países que aplicaron tasas impositivas más elevadas, como por ejemplo Dinamarca, la recaudación contribuyó con 47.6 por ciento del PIB.
La menor recaudación ha propiciado que México sea también uno de los países con el menor gasto social, con apenas 7.7 por ciento del PIB, mientras que naciones como Francia destinan a ese renglón 32.1 por ciento.
Sistema competitivo
Jorge Sánchez, socio de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte México, dijo que el sistema fiscal del país, medido por número, tipo de gravámenes y tasas, es similar al de cualquiera otra parte del mundo.
En entrevista con Excélsior, aseguró que las tasas de los impuestos sobre la renta y al valor agregado, aunque más bajas, son tan competitivas como las que hay en cualquiera otra nación contra la que queramos compararnos.
A decir del especialista en temas fiscales, las tasas mexicanas son atractivas a la inversión, tanto nacional como extranjera.
Comentó que el principal problema del sistema fiscal mexicano es que la mayoría de las personas no paga impuestos, sólo unas cuantas, sobre las que recae la mayor carga impositiva.
Recordó que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 60 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) se ocupa en la economía informal, lo que significa que no paga Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Agregó que una proporción elevada del otro 40 por ciento que se encuentra en la economía formal tiene ingresos tan bajos que por ley está exenta del pago del impuesto al ingreso.
Claudia Campos, socia de Impuestos de PWC, confirmó que en el caso del ISR, aunque la tasa máxima es de 30 por ciento en México, difícilmente se paga esa proporción.
Indicó que por nivel de ingreso, la mayoría de los contribuyentes sujetos a ese régimen pagan en promedio 19 por ciento sobre su ingreso, lo que en su opinión confirma que la carga tributaria es baja en nuestro país.
Según Campos, ésta se define como la suma de impuestos, pero no debe mezclarse los correspondientes al ingreso con los del consumo ni especiales, ya que pertenecen a una clasificación diferente.
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