El regreso de los 18 servidores públicos mexicanos de la embajada en Quito, liderados por la embajadora Raquel Serur Smeke y el jefe de misión, embajador Roberto Canseco Martínez, marcó un acontecimiento inédito en la historia de México y América Latina. Fueron recibidos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por la canciller, Alicia Bárcena, quien expresó la solidaridad de varios países y organismos internacionales.
La embajadora Serur criticó al gobierno ecuatoriano por desconocer la esencia del asilo diplomático y violar flagrantemente la inmunidad de la embajada y el personal diplomático. Afirmó que este gobierno improvisa y desconoce la trascendencia del asilo en la diplomacia.
Acompañados por otros funcionarios y mascotas, el jefe de Misión respaldó la decisión del gobierno mexicano de denunciar la violación a la Convención de Viena de 1961 ante la Corte Internacional de Justicia. Se espera que esta acción disuada futuros actos similares.
Cabe mencionar que el gobierno ecuatoriano negó el ingreso de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, por lo que el regreso de los diplomáticos mexicanos se realizó en un vuelo comercial de Aeroméxico.
