México, el consentido de los hoteleros españoles

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Desde finales del siglo pasado, la Riviera Maya fue la puerta de entrada a México para la inversión hotelera española, aprovechando así un destino con alto potencial y que hoy es uno de los mejores del mundo.

Para cadenas como Palladium, Iberostar y Barceló, que en conjunto superan los mil 500 millones de dólares de inversión en el país, México representa uno de sus principales mercados, por lo que planean no solo mantenerse, sino mejorar y aumentar su presencia durante los próximos años.

Por supuesto, además de las oportunidades de inversión, las cadenas hoteleras españolas encontraron en México características que no ofrece ningún otro país del mundo, como una gran conexión entre ambas culturas.

“En México tenemos un lazo muy fuerte con España, un intercambio cultural en todo lo que vemos y hacemos, y en Barceló consideramos que eso era una pieza fundamental para nuestro crecimiento”, menciona Gustavo Jiménez Tapia, director de Expansión de Hoteles Barceló México.

Otra empresa que considera a México uno de los destinos más competitivos del mundo es Palladium, “invertimos en México porque vemos que nuestros porcentajes están por encima del resto de los hoteles que tenemos en otros destinos, ya que estamos entre 87 y 90% de ocupación anual”, asegura José Luis Camero, subdirector de Producto y Explotación de Palladium Hotel Group para el Caribe y destaca que el éxito en la Riviera Maya, donde se concentran la mayoría de las cadenas de hoteles con capital español, se debe al esfuerzo conjunto que llevan a cabo empresas, habitantes y las instancias de gobierno correspondientes.

A esto se suma Iberostar, que resalta las bondades del país para hacer feliz a cualquier turista: desde playas fantásticas, hasta una de las mejores gastronomías del mundo, la amabilidad del personal y una oferta cultural que puede complementar las vacaciones.

“En México puedes estar en una playa y tener Chichen Itzá o Tulum a un lado, y eso unifica todo lo que a un huésped le gusta; además de un clima espectacular, donde se pueden tener los hoteles abiertos todo el año y no sólo seis meses, que es algo que pasa en Europa”, indica Rafael Carmona, director de operaciones de Iberostar México.

Además, Carmona destaca otro punto: el cuidado que se le da al medio ambiente en laRiviera Maya. “En Iberostar, por ejemplo, trabajamos mucho en temas como la migración de tortugas y la limpieza de playas, además de participar en eventos como la Hora del Planeta”, explica y agrega que esta empresa también busca ofrecer a sus huéspedes diferenciadores, como una oferta gastronómica importante organizando un evento anual en el que traen a México a reconocidos chefs españoles y realizan importantes esfuerzos en el tema de la animación, por lo que cuentan con buenos teatros y shows para complementar sus servicios.

Asimismo, el tema de las convenciones ha crecido en el país, por lo que estas cadenas empiezan a dirigir diversos esfuerzos en el turismo de grupos y dotando a sus instalaciones de la infraestructura necesaria.

¿Cuánto invierten?

Grupo Palladium se hizo presente en la Riviera Maya en 2002 con el desarrollo de un complejo de 836 habitaciones, el cual amplió en 2005 a mil 554 y, en 2004, abrió sus puertas otro inmueble en la Riviera Nayarit, por lo que actualmente cuenta con una oferta de alrededor de 2 mil cuartos en el país.

Pero dentro de los planes estratégicos de esta empresa, que nació hace 40 años en Ibiza, está contemplado seguir con su crecimiento en México.

“Ahora mismo tenemos una inversión en Cancún, donde para finales de 2017 estaremos abriendo un hotel de, en un principio, mil habitaciones, pero que se puede ampliar hasta 3 mil”, revela José Luis Camero.

“En nuestro grupo tenemos otra marca llamada Ushuaïa, que en Ibiza está creciendo mucho, y México es uno de los destinos que esperamos poder introducir, no hay nada cerrado, pero estamos estudiándolo”, agrega el ejecutivo de origen español que actualmente reside en la Riviera Maya.

La inversión de Palladium en México asciende a 400 millones de euros (448 millones de dólares), parte de los cuales estaban destinados, en un principio, a un plan de crecimiento en Ibiza, “pero debido a los retrasos y permisos para poderlo desarrollar, la empresa decidió que México es el país en donde invertirá esa partida”, destaca Camero.

Otra cadena española con presencia importante en México es Iberostar, que llegó a Playa del Carmen en 1997 con los hoteles Tucán y Quetzal. Posteriormente, en 2000, abrió a unos kilómetros de ahí, otro complejo en Playa Paraíso, el cual está conformado por cinco hoteles.

Hoy, tiene presencia también en Cancún y Cozumel, además de Punta Mita, en la Riviera Nayarit, lo que da un total de 10 hoteles en dos estados de la República y con una oferta de 3 mil 876 habitaciones.

“México es el segundo destino más importante de Iberostar, y la inversión de estos hoteles está por arriba de los mil millones de euros; tan solo en Punta Mita, superó los 100 millones de dólares en 2013”, destaca Rafael Carmona, director de Operaciones de la compañía.

Esta empresa familiar, nacida en Mayorca en 1986 y que tiene presencia en 16 países, tiene proyectados diversos planes para aumentar y mejorar su oferta en México.

“Lo inminente será la construcción de una nueva torre en el Iberostar Cancún, donde tenemos un terreno donde vamos a construir 144 habitaciones más y así tener un mejor abanico de nuestra oferta”, adelanta Carmona.

No todo es vista al mar

Una de las cadenas hoteleras españolas que lleva más tiempo en México y que tiene uno de los planes de crecimiento más agresivos es Barceló.

“Hace 30 años, México era un lugar especial para el turismo, estaba enfocado a un solo destino que era Acapulco, pero nosotros buscamos otros destinos como Cancún, Riviera Maya, Huatulco, Ixtapa o Los Cabos”, recuerda Gustavo Jiménez Tapia, quien dirige el grupo de expansión de la cadena.

Esta empresa, que nació hace 84 años en Palma de Mallorca y que está presente en 17 países, cuenta con 5 mil 500 habitaciones en México, repartidas en 14 hoteles.

“Recientemente remodelamos los cinco hoteles del complejo de la Riviera Maya, donde tenemos casi 2 mil 700 habitaciones, con una inversión superior a los 50 millones de dólares”, menciona Jiménez Tapia.

Pero Barceló no sólo quiere vista al mar. En enero pasado inauguró un hotel en Puebla con 101 habitaciones, como parte de su estrategia para enfocarse también en destinos de ciudad, donde ya tiene experiencia en países como Italia, España, Egipto, Marruecos, Turquía y Alemania.

“Estamos buscando tener presencia en las ciudades más importantes y en las que van teniendo un crecimiento exponencial, por ejemplo, el corredor automotriz entre Querétaro y Aguascalientes, así como en Veracruz, Tabasco y Campeche, donde la reforma energética va a dejar mucho crecimiento en la zona”, subraya Jiménez Tapia.

Recientemente, esta empresa adquirió la cadena española Occidental Hoteles Management, con lo que suman 11 establecimientos en República Dominicana, Aruba y México.

“Con eso vamos a incrementar 4 mil habitaciones, y esto significa que tenemos una de las cadenas más grandes internacionales con presencia en México”, destaca el ejecutivo de esta cadena que tiene un fondo de 300 millones de dólares en México para su expansión.

Superar la adversidad

Sin embargo, no todo ha sido bonanza. Acontecimientos como el huracán Wilma, que azotó a Quintana Roo en octubre de 2005, o la crisis turística en el país provocada por el brote de la influenza (H1N1) en 2009, son algunos de los capítulos difíciles que estas empresas han tenido que superar.

“Desde que pasamos los huracanes y la influenza, cada año se fue creciendo en Riviera Maya, y eso se debe, mucho, al trabajo de todos”, recuerda Camero.

La preferencia de los viajeros por estos destinos y sus hoteles también ha ayudado a que en épocas difíciles se levanten rápidamente. “Los primeros hoteles de Iberostar en Playa del Carmen, a pesar de que son los que tienen mayor antigüedad, son de los preferidos de nuestros clientes. Tenemos ocupación alta en todos nuestros hoteles, pero este es destacable porque además tiene un alto promedio de regreso de sus visitantes”, dice Carmona.

En Palladium viven una situación similar, lo que, de acuerdo con Camero, provoca que esta cadena siga invirtiendo en México.

“¡Yo tengo clientes estadounidenses que vienen a nuestro hotel por decimoctava vez!”, presume.

 

Con información de: Milenio

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