Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, aspira a postularse para las próximas elecciones presidenciales en junio de 2024. Es una figura influyente en el partido Morena y apoya a la actual política de la administración de favorecer a las empresas estatales, pero también cree que “la inversión privada es necesaria”. Indicó su intención de crear un entorno que facilite la inversión nacional y extranjera en el desarrollo de energías renovables.
A principios de enero en la Ciudad de México, la jefa de gobierno concedió una entrevista para el periódico financiero más grande el mundo, el Nihon Keizai Shimbun (Nikkei).
México limita los mandatos presidenciales a seis años. El actual titular Andrés Manuel López Obrador no es elegible para postularse para presidente, por lo que Morena elegirá un candidato presidencial sucesor a mediados de 2023, y Sheinbaum es considerada una de las favoritas. Destaca que la actual administración tiene un alto índice de aprobación de alrededor del 60%.
Sheinbaum también dijo: “México necesita su primera mujer presidenta”, mostrando un fuerte deseo de postularse. Afirmó que, de ser elegida, “continuará con políticas que protejan los derechos sociales”, y explicó que básicamente dará continuidad a las políticas de izquierda de la actual administración, como corregir las disparidades en la educación, la economía y combate a la pobreza.
El Presidente López Obrador, que asumió el cargo en 2018, ha aumentado el salario mínimo y Sheinbaum ha prometido seguir haciéndolo.
Al ser México un importante productor de petróleo, la administración actual ha revisado la liberalización de la industria energética por la administración anterior y ha dado un trato preferencial a las empresas estatales. Las empresas privadas, incluidas las empresas extranjeras, han mostrado una actitud cautelosa en su inversión en México. Sheinbaum dijo que está “de acuerdo” con esta política, pero también señaló que “deberíamos estudiar cómo tener inversión pública y privada”. Dijo que “avanzaría en la introducción de las energías renovables” e insinuó la posibilidad de promover la inversión en este campo.
Estados Unidos vio como un problema la política energética proteccionista de México y solicitó revisar la base en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Si esto no resuelve el problema, se puede establecer un comité de expertos. Si las cosas salen mal, Estados Unidos podría imponer aranceles a los productos mexicanos. Ante esto, Sheinbaum dijo que “no hay un escenario en el que se impongan aranceles (a productos mexicanos)”, indicando la importancia del diálogo con Estados Unidos.
También anunció su intención de atraer inversiones en industrias manufactureras como vehículos eléctricos (EV) a México, que está geográficamente cerca de Estados Unidos, ya que la cadena de suministro se está reorganizando a nivel mundial debido al conflicto entre Estados Unidos y China.
Según una encuesta publicada por un diario de circulación nacional en diciembre de 2022, Sheinbaum tiene el índice de aprobación más alto como candidata presidencial por Morena con un 31%, superior al 25 % del canciller Ebrard.
Como alcaldesa de la capital, Sheinbaum ha implementado políticas como ampliar la educación para personas de bajos ingresos y mejorar la infraestructura de transporte, lo que la hizo popular en todo el país.
La jefatura de gobierno de la Ciudad de México, que también asumió el Presidente López Obrador, es considerada una de las puertas de entrada a la presidencia.
En cuanto a la política exterior, posterior a la elección presidencial Sheinbaum enfatizó que “basándonos en la Constitución, construiremos relaciones amistosas con todos los países”, y mostró una postura de distanciamiento de los conflictos entre las grandes potencias.
México no criticó directamente a Rusia por invadir Ucrania, ni participó en las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y Europa. México también mantiene el equilibrio entre rivales como Estados Unidos y China.
Sheinbaum, por su parte, insistió en que “nosotros también somos parte de América Latina”, y dejó claras sus intenciones de estrechar lazos con los gobiernos de izquierda cercanos. En América Central y del Sur, los gobiernos de izquierda están surgiendo uno tras otro. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil asume el cargo el primero. En 2022 asumió la administración Gustavo Petro en Colombia.
En la actualidad, hay pocos candidatos destacados en los partidos de oposición para las próximas elecciones presidenciales. Tanto el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenecía el ex presidente Peña Nieto, como el Partido Acción Nacional (PAN), que ha producido dos presidentes consecutivos desde el 2000, han enfrentado críticas del público por denuncias de corrupción. Esta desconfianza hacia los partidos políticos existentes llevó a la victoria de López Obrador, a quien llamaban la izquierda emergente, en las últimas elecciones presidenciales.
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