Estamos viviendo los días claves para la transición y llegada de la nueva presidenta, así como a la LXVI legislatura. Existe mucho ruido en torno a este cambio histórico y como mencioné la semana pasada, la conversación en la prensa, las aulas y en el día a día se están volcando sobre la reforma judicial, pero desde mi perspectiva existen otras aristas que deberían de tener mayor protagonismo y están pasando desapercibidas.
6º informe de gobierno
Como últimos días del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador están quedando sin respuesta muchas dudas y cuestionamientos sobre sus principales obras y medidas tomadas a lo largo de su sexenio, la oposición vuelve a cometer un grave error político y se convierte nuevamente víctima de la manipulación del presidente haciendo que se enfoquen en lo que Morena quiere que se distraiga la oposición. Urge dejar de jugar el juego que Morena y Andrés Manuel López Obrador quiere que juguemos, estos seis años demostró su inteligencia y fuerza política ganando las elecciones presidenciales en 31 de los 32 estados de la República, con una representación de más del 85% de los 300 diputados que conforman a la cámara de diputados que fueron elegidos de manera directa, 24 gubernaturas que representan gobernar el 74% de los mexicanos.
El Poder Judicial no es el único señalado.
Actualmente el foco y la presión por parte de la oposición se centra en la defensa del actual poder judicial, el problema aquí es que no es la única institución que está en riesgo, utilizó este espacio para dirigirme a la ciudadanía sin importar el color o la afiliación política, este es un tema de ciudadanía y gobernanza, no importa cuál sea la fuerza política que esté a cargo, los pesos y contrapesos deben de permanecer vigentes, los tres poderes no pueden ser controlados desde el mismo despacho y la población debemos de estar activos y participando para no permitir que se realicen todos los cambios sin que haya diálogo, acuerdo y que no sean por un bien común.
Se le tiene mucho miedo al cambio y el esfuerzo que ha realizado la 4T para romper con el status que pone a temblar a las clases privilegiadas, tratan de generar empatía y unir a las personas a su causa, pero no se dan cuenta que durante tanto tiempo ellos han sido el cancer y la razón de muchos problemas que fueron más evidentes con los casos de corrupción, nepotismo y desvíos de recursos.
Hay que tener memoria, pero también no perder el norte y tomar decisiones consientes, hay que participar y escuchar, hay que documentarse y no quedarnos con las versiones sesgadas de ciertos medios de comunicación e inclusive de las autoridades. Es urgente un cambio en las instituciones, quizá no tan extremo, pero por eso es importante involucrarse y no pensar que todo está bien.
Alan Imanol García Méndez