Luego de un par de ensayos, México estrenará el jueves en el clásico contra Estados Unidos un sistema de identificación digital o “Fan ID” con el que espera ponerle fin a los cánticos homofóbicos de sus aficionados que le han costado casi una veintena de sanciones de parte de la FIFA.
El ultimo castigo de la FIFA — el 17mo en la historia — incluyó jugar a puerta cerrada los encuentros ante Costa Rica y Panamá por las eliminatorias del Mundial, pero México apeló ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que dejó sin validez la sanción mientras toma una determinación.
Los dirigentes locales aprovecharon para experimentar con el nuevo programa con unas 2 mil personas entre familiares y trabajadores de la Federación Mexicana.
Ahora, para acudir al partido entre México y Estados Unidos y después ante El Salvador el miércoles de la próxima semana, los aficionados deberán registrarse con la federación para poder comprar su boleto. A la llegada al estadio, la entrada deberá coincidir con la identificación oficial del hincha para poder entrar.
Los dirigentes anunciaron que el aficionado que sea pillado realizando el grito será expulsado del estadio Azteca y además será vetado cinco años de los partidos de la selección de México.
Para tratar de tener un poco más de control, la capacidad de aforo se limitó a 50 mil personas. Todos los boletos ya se agotaron.
El Azteca, que en algún momento llegó a recibir hasta 110 mil espectadores, redujo su capacidad en 2016 a poco más de 83 mil.
A pesar de las advertencias de los dirigentes, en redes sociales como Twitter, algunos aficionados han promovido que se continúe con la práctica homofóbica durante el encuentro ante los estadounidenses, promoviéndola con una etiqueta.
“Ya vi algunos tuits sobre eso, hemos recibido amenazas y no es la primera ni la última vez. Si alguien quiere llegar y gritar (el insulto homofóbico), se le va a sacar. ¿Quieren gritar? Perfecto, entonces que se olviden de ir a un estadio”, dijo el presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Yon de Luisa a la estación W Radio.
El grito surgió en 2003 en un torneo preolímpico realizado en Guadalajara, previo a los Juegos de Atenas 2004, pero se viralizó en el Mundial de Brasil 2014 y desde entonces le ha costado más de una decena de castigos a la Federación Mexicana a pesar de que se han lanzado campañas en las que pide a la gente que cese de proferirlo.
Sin Embargo