México planteó ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) poner fin al bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace 60 años.
Juan Ramón de la Fuente, Embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas, señaló que dicho bloqueo viola el derecho internacional, además de los preceptos constitucionales de la política exterior de México.
Asimismo, aseveró que con estas acciones se violentan las resoluciones internacionales como son: la autodeterminación de los pueblos, el no intervenir en asuntos que son jurisdicción interna de los estados y la obligación de la cooperación mutua.
“Toda medida unilateral concebida como un medio de presión política para promover desde el exterior cambios en las decisiones internas de otro Estado, contraviene los principios de la Carta de la ONU y es contraria a la obligación de cooperar en favor de las relaciones de amistad entre los estados”, dijo.
A nombre de México, el diplomático condenó energéticamente el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, y por incluir al país en la lista de naciones que “realizan o fomentan el terrorismo”.
“México condena, en los términos más enérgicos, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto desde hace casi seis décadas contra Cuba, así como la decisión de aplicar el título tercero de la Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática, que ha afectado no sólo la soberanía del pueblo cubano, sino también los derechos de terceros países”, agregó.
Juan Ramón de la Fuente destacó que dichas medidas en contra de Cuba ha afectado el paso de alimentosa y la llegada de ayuda durante la pandemia de COVID-19 o el paso del huracán “Ian”.
“Hacer padecer de hambre a la población civil es otra conducta prohibida por el derecho internacional humanitario”, subrayó.
Por ello, dijo que “Estados Unidos debe cesar estas medidas, reparar daños y ofrecer garantías de no repetición”. Mientras que pidió a la Asamblea General “exigir que Estados Unidos ponga fin de inmediato al bloqueo en contra de Cuba”.
Por su parte, la Embajada de Cuba en México agradeció la posición de México en contra de bloqueo y la demanda para que el país sea retirado de la “unilateral” lista de patrocinadores del terrorismo.
La Asamblea General de Naciones Unidas comenzó a votar este miércoles una resolución de condena contra el embargo que ha estado vigente desde hace seis décadas, y se prevé que sea aprobada nuevamente por 30mo año consecutivo.
El embargo comercial fue impuesto en 1962, cuando la revolución cubana viró hacia el socialismo. Como tal, ha restringido el acceso de Cuba a diversos productos, así como a asistencia internacional y recursos financieros.
Funcionarios de la isla afirman que las restricciones dificultan al país recuperarse del huracán, que destruyó 14 mil viviendas y causó daños a la red eléctrica nacional.
Aunque el Gobierno de Barack Obama redujo muchas sanciones, la administración del Presidente Donald Trump las reimpuso tras designar nuevamente a Cuba como un Estado patrocinador del terrorismo por su negativa a extraditar a 10 dirigentes del grupo guerrillero colombiano Ejército de Liberación Nacional.
Pero esa orden fue levantada cuando el primer mandatario izquierdista de Colombia asumió el cargo en agosto y anunció nuevas conversaciones de paz con esa guerrilla. Los dirigentes rebeldes salieron de Cuba en fecha reciente para sostener negociaciones en Venezuela.
Joe Biden ha relajado algunas sanciones, pero también ha criticado el trato del Gobierno cubano a los participantes de las protestas del año pasado, lo que también endureció la opinión en contra de que se hagan concesiones a La Habana entre los cubano-estadounidenses, un bloque electoral clave en Florida.
Sin embargo, el Gobierno de Biden hizo hace poco nuevos gestos amistosos y ofreció dos millones de dólares como ayuda para la recuperación tras el paso del huracán.
La cancelación total del embargo necesitaría la autorización del Congreso en un momento de profundas divisiones políticas en Estados Unidos, y la proximidad de las elecciones de mitad de periodo —donde Florida es un estado donde ningún partido tiene asegurada la victoria— sólo complica el panorama.
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