El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció un ambicioso objetivo: convertir al país en poseedor del mejor sistema de salud global para fines de septiembre, al concluir su mandato sexenal.
En un encuentro que contó con la presencia de 23 gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, López Obrador expresó su determinación de lograr este desafío a través de una serie de medidas. Entre estas medidas se incluyen la dotación de médicos, especialistas, equipos médicos, laboratorios y medicamentos gratuitos en los más de 11 mil hospitales y centros de salud distribuidos a lo largo del territorio nacional. Este enfoque estará especialmente dirigido a la población que carece de seguridad social.
El presidente enfatizó que este objetivo se cumplirá a pesar de las críticas y el escepticismo, reafirmando su convicción de que los compromisos adquiridos serán cumplidos. Asimismo, recordó el deterioro que sufrió el sistema de salud durante los gobiernos neoliberales, caracterizados por la privatización de los servicios médicos.
En contraste con las administraciones anteriores, López Obrador destacó que, para su gobierno, la salud y la educación son derechos fundamentales y no privilegios. Esta postura, según el presidente, marca una diferencia significativa en la visión y las políticas gubernamentales.
La meta de convertir a México en referente mundial en materia de salud es un desafío audaz que, de alcanzarse, podría significar un cambio trascendental en la calidad de vida de la población y en la percepción internacional del país.