México es considerado un país megadiverso junto a otro número reducido de países que, en conjunto, poseen casi el 70 por ciento de la diversidad mundial de animales y plantas. Este privilegio tiene origen en la posición geográfica del territorio, misma que le permite contar con una gran variedad de climas y topografías; lo que deriva en una amplia gama de ecosistemas y especies.
Tan sólo en el caso de los reptiles, de acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), de las 9 mil 547 especies que existen en el mundo, en México se ubican alrededor de 864, lo que lo convierte en el segundo país con mayor diversidad de este grupo de animales, sólo por debajo de Australia.
Este tipo de animales, que pueden ser terrestres y otros estar de forma constante en el agua, son reconocibles por su piel escamosa, seca, queratinizada y gruesa, que además muda de forma periódica.
Existen cuatro órdenes de reptiles: la Crocodylia, que incluye a cocodrilos y caimanes; Squamata, con lagartijas y serpientes; Testudines, con las tortugas; y Sphenodontia, con tuátaras (una especie endémica de Nueva Zelanda). En México encontramos reptiles de las primeras tres órdenes y de éstas, unas 393 especies son endémicas, según el Instituto Nacional de Ecología.
Todo el territorio del país y todos los ecosistemas cuentan con reptiles de diversos tipos: desde los desiertos con sus serpientes de cascabel hasta las costas con sus tortugas marinas. Pero a pesar de la abundancia de especies varias de ellas se encuentran amenazadas y muchas bajo protección especial.
Los reptiles son un blanco para diversas actividades: son cazados por su carne que es comestible en diversas regiones, como el caso de las iguanas, serpientes y tortugas; por su piel, como los cocodrilos y serpientes; y otros animales más, que son retirados de su hábitat natural para ser utilizados como mascotas exóticas, una tendencia que ha tenido bastante aceptación.
Aquí te presentamos algunas especies de reptiles endémicos de México que, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se encuentran amenazadas o en peligro de extinción.
LAGARTO ALICANTE
En México existen 17 variedades de lagarto alicante y 16 de éstas son endémicas. El lagarto alicante de cuello rugoso, de cuello simple, de Reid, de Cerro Baúl, verde, Chiszar y Bogert se encuentran catalogados en peligro de extinción. Seis de las 16 endémicas del territorio. Además, otras cuatro se encuentran bajo protección especial.
CULEBRA PERICO GARGANTILLA
Esta serpiente vive en áreas de bosque tropical y en bosques de encino y pino-encino que se han visto seriamente disminuidas por la fragmentación, debido a tala ilegal y agricultura y ganadería intensas, lo que ha llevado a esta especie a encontrarse amenazada. Sus ejemplares han sido registrados en diferentes estados, como Morelos, Nayarit, Oaxaca y Guerrero.
TORTUGA NEGRA
Esta especie es endémica del Desierto Chihuahuense y se ubica sólo en la localidad tipo Cuatro Ciénegas en Coahuila, pero es la única especie que ha cambiado su hábitat de terrestre a acuático. Habita en ambientes acuáticos naturales como lagunas y posas, en agua corriente como canales y arroyos. Desde la década de los 60 la construcción de canales de irrigación la amenazó, así como actividades de ganadería extensiva y otras formas de pérdida de hábitat.
LAGARTIJA ARENERA
Está catalogada en peligro debido a que se distribuye en un área inferior a 500 kilómetros cuadrados. Es extremadamente vulnerable a la actividad humana y su población ha disminuido entre un 30 y 35 por ciento en los últimos diez años de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Habitan únicamente en Coahuila en dunas de arena. Está amenazada por la extracción de arena y la conversión de tierras para uso agrícola.
Aunque aquí presentamos una cantidad mínima de especies amenazadas existen muchas más contempladas en esta situación y un gran número de reptiles que habitan el país está bajo Protección Especial. De hecho, de acuerdo con la Conabio, la situación de amenaza de reptiles y anfibios es más apremiante que la de mamíferos y aves en nuestro país.
Para su conservación, alrededor del 61 por ciento del total de reptiles se encuentran en alguna reserva, pero un porcentaje menor (alrededor del 46 por ciento) de los que son endémicos están en esas condiciones “lo que significa una debilidad del sistema de áreas protegidas”. Así que, para su conservación, la Conabio señala la importancia de incorporar más territorios al Sistema Nacional de Áreas Protegidas para maximizar el número de especies de reptiles en protección.
Fuente: Sin Embargo.