El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha generado una crisis migratoria en la frontera sur, dejando a miles de personas atrapadas en México con la incertidumbre de no saber si podrán ingresar al país vecino. Para muchos, regresar a sus lugares de origen tampoco es una opción, por lo que buscan alternativas dentro del territorio mexicano.
En Tapachula, Chiapas, una de las principales ciudades receptoras de migrantes en la frontera con Guatemala, albergues han reportado un incremento en el número de personas que buscan refugio. Natasha, una hondureña de 30 años, es una de ellas. Llegó a México con sus tres hijos tras huir de su país y desde hace meses espera en un refugio. Intentó solicitar asilo en Estados Unidos a través de la aplicación CBP One, pero el sistema quedó bloqueado tras la toma de posesión de Trump. Ahora, considera establecerse en México para brindar estabilidad a sus hijos.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha intensificado su ayuda humanitaria en el sur del país, atendiendo a 12 caravanas con aproximadamente 10 mil migrantes en los últimos meses. En enero de 2024, la organización brindó asistencia a tres grupos que suman cerca de 1,400 personas.
Entre los migrantes varados también hay casos como el de Kevin, un joven colombiano de 22 años que escapó de la violencia en su país. Lleva cinco meses en México y espera llegar a la frontera norte para entregarse a las autoridades estadounidenses. Sin embargo, reconoce que muchos migrantes intentaron cruzar antes de que Trump asumiera el poder. Volver a Colombia no es una opción para él, pues afirma que no tiene a nadie allá y teme por su seguridad.
Migración desde África también aumenta
El fenómeno migratorio no solo involucra a latinoamericanos. Salma, una mujer de 26 años originaria de República del Congo, viajó primero a Brasil y luego inició un peligroso trayecto hacia el norte junto a su hija de cuatro años. Para planificar su ruta, recurrió a TikTok, pero no imaginaba las dificultades que encontraría en el camino. Pasó por la selva del Darién, donde vio cadáveres y tuvo que pagar a mafias en diferentes puntos. Ahora, se encuentra en Tapachula, con la esperanza de avanzar hacia la frontera con Estados Unidos.
Mamadou, un migrante de Guinea, también vive una situación complicada. Viajó junto a su esposa e hija después de ver frustrados sus intentos de establecerse en diferentes países. Pasó por Guinea Ecuatorial, España y Brasil antes de iniciar su travesía hacia el norte. Su viaje se volvió más incierto tras la victoria de Trump, lo que lo llevó a desistir de llegar a Estados Unidos y solicitar la residencia en México.
Para muchos migrantes, las políticas migratorias endurecidas por el nuevo gobierno estadounidense han cambiado su destino. Mientras algunos intentan seguir adelante, otros han optado por quedarse en México, donde buscan estabilidad y nuevas oportunidades.