Entre septiembre de 2013 y julio de 2015, las autoridades mexicanas impidieron a mil 130 extranjeros su ingreso al país gracias a la operación Ángel Guardián.
Entre septiembre de 2013 y julio de 2015, las autoridades mexicanas impidieron a mil 130 extranjeros su ingreso al país, por contar con antecedentes de agresión sexual y pederastia en sus naciones de origen.
Estas personas fueron identificadas por las autoridades mexicanas gracias a la operación internacional denominada Ángel Guardián, mediante la cual, aquellas naciones que cuentan con listas de agresores sexuales o pederastas, informan a México cuando éstos intentan visitar el país.
“Tenemos una preocupación muy especial por el tema del turismo sexual infantil –explicó Nelly Montealegre, fiscal Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas, de la PGR–, y esta operación Ángel Guardian ha arrojado resultados estupendos”.
Esos mil 130 extranjeros con antecedentes de pederastia y agresión sexual, detalló la funcionaria, pretendían viajar “principalmente hacia puertos: Acapulco, Cancún y Vallarta.”
La identidad de estas personas, señaló Montealegre, no puede ser revelada debido a que, propiamente, no cometieron ningún delito en territorio mexicano –de donde fueron expulsados tan pronto como aterrizaron–, sin embargo, aclaró, la decisión de impedirles el internamiento está basada en criterios de anormalidad en las intenciones expresadas por estas personas.
“Por ejemplo –detalló– si se detecta que un agresor sexual o pedófilo pretende ingresar a México solo, sin su familia, por unos cuantos días, en una época no vacacional, si vemos que pretende aterrizar en ciertos puertos del país, entonces se considera que son circunstancias anómalas y, como cualquier nación, México tiene el derecho de decidir que a esa persona no se le permitirá el ingreso.”
En todos los casos, explicó la fiscal de la PGR, se hace un análisis de las circunstancias en las que estas personas con antecedentes de agresión sexual intentan viajar a México.
“Cuando vienen con intenciones de pacticar el turismo sexual infantil, los pederastas extranjeros intentan ingresar al país básicamente en temporada no vacacional y solos… eso sí se puede constatar. El pedófilo regularmente tiene familia, y a estos lugares no viene con ellos o, si viene con su familia, no viene a realizar conductas delictivas… se cuidan, como todos los delincuentes.”
En los últimos dos años, detalló Montealegre, México ha recibido mil 523 alertas migratorias relacionadas con pederastas y abusadores sexuales que intentaban ingresar al país, de los cuales 393 sí lograron su cometido: a 142 no se les pudo impedir la entrada, por ser ciudadanos mexicanos que acumularon su historial como pederastas fuera del territorio nacional, y el resto son extranjeros que pudieron comprobar que acudían por actividades concretas y legítimas.
“Esta operación es encabezada en México por el Instituto Nacional de Migración, en colaboración con la PGR”, aseguró Monteallegre, aunque aclaró que la labor está lejos de concluir.
La existencia de registros oficiales y públicos sobre las personas con antecedentes de pedofilia o agresión sexual “es un modelo que se debe de replicar (en México)”, destacó la funcionaria, “ojalá nosotros migráramos a esos esquemas”, y no sólo para que las autoridades podrían monitorear a agresores sexuales (de adultos o de menores de edad), sino porque con este registro “cualquier ciudadano podría saber que en la esquina, o enfrente de su casa, vive una persona con antecedentes de agresor sexual o pederastia, y así, cada persona podría tomar sus medidas de precaución. Es cierto que la persona con antecedentes tiene derecho a vivir ahí, pero el vecino también tiene el derecho de protegerse y de proteger a sus hijas e hijos. Y aquí –subraya Montealegre– entramos al debate de si eso es estigmatizar…”
Ese debate, sin embargo, debe de abordarse de forma pragmática, según la fiscal Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas: gracias a la existencia de ese tipo de registros en otros países, remarcó, se pudo evitar que mil 130 pederastas y agresores sexuales extranjeros se internaran en el país, particularmente en los puntos turísticos donde se tiene detectada la explotación sexual infantil con fines comerciales.
Explotación sexual infantil en internet
En los últimos tres años, la PGR ha logrado rescatar a 17 menores de edad, que eran víctimas de agresiones sexuales a manos de personas que difundían imágenes de los ataques, a través de internet.
Además, 46 probables responsables han sido detenidos en el mismo periodo, y se encuentran actualmente en proceso de enjuiciamiento.
–¿En México existe una industria dedicada a la producción de imágenes sobre ataques sexuales a menores de edad? –se consulta a la fiscal.
– No tenemos la posibilidad de medirlo, en comparación con otras partes del mundo –responde–. No podemos decir “somos más” o “somos menos”. Hay países que van muy avanzados en ciertos temas de combate a la explotación sexual infantil en internet, pero también hay países que están apenas en sus primeros esfuerzos. Entonces, no tenemos manera de decir en qué lugar del ranking estamos. Sin embargo, la experiencia acumulada en los últimos años, sí deja ver algunos aspectos de la forma en la que operan los pedófilos en México que producen imágenes de agresiones sexuales a menores: de las 17 víctimas rescatatas (cinco niños y 12 niñas), todas formaban parte del primer círculo del agresor, desde la hermana, el sobrino, el hijo… son gente del circulo primario del sujeto activo.
La funcionaria abunda: “Cuando estamos hablando de productores de pornografía infantil, hablamos de personas que identifican escenarios de oportunidad (ahí la razón de que la totalidad de las víctimas rescatadas en los últimos años fuesen familiares del agresor). El pedófilo busca ese escenario de oportunidad, y ¿con quién tienes la oportunidad para estar un periodo de tiempo con un niño o una niña Y no sólo una vez, sino más?”
Otro rasgo de los pedófilos mexicanos que producen imágenes para distribuir en internet es que generalmente “no agreden sexualmente en su primer contacto, sino que van generando confianza en la víctima, de tal suerte que esa víctima, al sentirse en cierta confianza, va a ir modificando su conducta respecto del agresor. Por ejemplo, puede darse un tocamiento que la víctima no interprete como una agresión. Entonces, todo empieza regularmente como un juego, ganándose la confianza, e incluso las propias imágenes nos lo dicen: identificamos patrones seriales donde la imagen 1 muestra a la persona menor de edad vestida, en la imagen 2 la muestra sin una de las prendas, ya sea la superior o la inferior; en la imagen 3 ya no tiene las prendas externas; entonces, es como si el agresor fuera documentando las distintas fases delictivas que desarrolla al momento de agredir sexualmente. Esa es una constante, no sólo es la foto o el video que muestran el momento de la agresión, sino que documentan toda la fase previa.”
En contrapartida, no existe un perfil de la víctima. Cualquier menor de edad puede serlo.
“El perfil de la víctima, lamentablemente, lo determinan las tendencias del agresor –explica la fiscal de la PGR–: habrá agresores que tengan preferencia por ciertos grupos de edad, otros que tengan preferencia por cierto sexo, por ciertas razas… entonces, el perfil de la víctima lo determina el perfil del sujeto activo.”
Fuente: Animal Político.