Ya sea en el mítico Madison Square Garden de Nueva York o en Japón, Mil Máscaras siempre ha sido un ídolo. Su labor fue clave para abrir paso a los gladiadores mexicanos en EEUU
A lo largo de su trayectoria, Mil Máscaras ha tenido decenas de noches pletóricas en Europa, África, Asia y América.
Lugares lejanos a su natal San Luis Potosí, que —de la mano del luchador— han conocido un poco del valor e importancia del pancracio para los mexicanos.
Pero ninguna velada tan importante como la protagonizada en el Madison Square Garden en 1972, cuando se convirtió en el primer gladiador mexicano enmascarado en luchar en ese escenario, al derrotar al local Spoiler.
Un momento inolvidable, de enorme valor, que abrió la puerta a nuevos talentos y significó un golpe importante de la comunidad latina en Estados Unidos.
“Después de mi debut, me ofrecieron ir a varios lugares en Estados Unidos. Empecé a tener mucho éxito en los sitios en los que me presentaba, gracias a la comunidad latina y los medios de comunicación. Un día, me hablaron para el Madison Square Garden, pero no se permitían luchadores enmascarados y hablé con el Gobernador de la ciudad, le expliqué el personaje y me dejó presentarme, por la fuerza que los latinos tenían”, compartió.
“Llegué a Japón y, al bajar del avión, me encontré con 200 o 300 niños acompañados de sus padres para recibirme en el aeropuerto. Fue increíble, ya que eran fans de la lucha libre gracias a la televisión; me conocían y saludaban en todos lados. Era un hit tremendo”
Mil Máscaras
Fue en el país asiático donde comenzó con una tradición muy especial, que lo acompañó por el mundo: Salir al cuadrilátero con dos máscaras, regalando una a los asistentes.
“En un principio, no lo usaba, pero un día —ante la respuesta de la afición en Japón— agarré dos diferentes y me las puse. Subí al ring y la arrojé al público. Se peleaban por la máscara y fue un éxito tremendo, algo nunca antes visto en mi profesión y que continué”, finalizó.
– El Universal