En un esfuerzo conjunto para enfrentar los desafíos de la migración indocumentada hacia Estados Unidos, México ha asumido el liderazgo en un plan que reúne a 11 países de América Latina y el Caribe. La estrategia, conocida como el Modelo Humanitario de Movilidad Humana, busca atender las causas estructurales del fenómeno migratorio y promover soluciones humanitarias.
Durante la Reunión sobre Movilidad Humana en la Ruta Norte del Continente, celebrada en la Ciudad de México, los representantes de Belice, Brasil, Colombia, Cuba, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México y Venezuela firmaron una declaración conjunta. En este documento, los países expresaron su rechazo a la criminalización de la migración y enfatizaron la importancia de respetar los derechos humanos en todas las etapas del proceso migratorio.
El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, destacó que México proporcionará asesoría para implementar programas sociales como Sembrando Vida en otras naciones de la región. Además, mediante la Agencia Mexicana para la Cooperación y Desarrollo, se planea ofrecer apoyos financieros, becas y colaboración en áreas como la agricultura. Estas acciones tienen como objetivo abordar problemas como la pobreza, la falta de empleo y la inseguridad, que son las principales causas de la migración.
Uno de los puntos más relevantes de la reunión fue el compromiso de combatir a los grupos delincuenciales que lucran con la migración y el tráfico de personas hacia Estados Unidos. Los gobiernos acordaron implementar esquemas de trabajos temporales para migrantes, así como fortalecer los albergues y otros apoyos sociales en sus respectivos países.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que una de sus primeras acciones será la firma de órdenes ejecutivas para deportar a migrantes indocumentados. Ante esta amenaza, los países firmantes reiteraron que recurrirán al derecho internacional para proteger a las personas migrantes y minimizar el impacto de las deportaciones masivas.
El pronunciamiento también incluyó la propuesta de reactivar los encuentros sobre migración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Este espacio serviría para coordinar estrategias y compartir experiencias con organismos internacionales, el sector privado y la banca de desarrollo, con el fin de avanzar hacia un desarrollo sostenible en la región.
Finalmente, los gobiernos reafirmaron su compromiso de garantizar la dignidad de los migrantes y trabajar juntos para mitigar las brechas de desigualdad social, erradicar el hambre y reducir los factores de riesgo que obligan a miles de personas a abandonar sus países de origen.
