Xóchitl Gálvez, senadora y aspirante a la candidatura presidencial en 2024 de Va por México (PRI-PAN-PRD), criticó que la información sobre sus contratos se haya vuelto pública y no la del arrendamiento de un departamento en Polanco, Ciudad de México, por Eduardo Ramírez, coordinador de Morena en el Senado.
La funcionaria viene de una serie de acusaciones con el presidente Andrés Manuel López Obrador que han derivado en la publicación de los contratos de su empresa, High Tech Services, y luego de que se diera a conocer la información del departamento en el que vive el senador panista, Gálvez reclamó que para el oficialismo su información sí puede ser pública y la de Ramírez no.
Esto deriva luego de que el diario Reforma publicara este miércoles un reportaje en el que se señala que el líder de la bancada morenista en el Senado vive en un penthouse de Polanco, una de las zonas más exclusivas del país. Xóchitl Gálvez durante su gira por Morelos cuestionó por qué “¿para él (la información) sí es privada y para mí pública?”.
Eduardo Ramírez, quien es aspirante a la gubernatura de Chiapas, aclaró en sus redes sociales que él no tiene ninguna propiedad en la Ciudad de México y que vive en calidad de arrendamiento; sin embargo, no especificó cuánto paga de renta o cómo es su trato. Además, dijo que este era un intento de descalificarlo en la contienda por gobernar la entidad.
¿Xóchitl Gálvez ha ocultado información de sus empresas en sus declaraciones?
A pesar de las críticas sobre Ramírez, la senadora Gálvez fue señalada en días recientes porque en su declaración patrimonial, brindada por el Senado de la República, no cuenta con la información de sus empresas en la declaración de intereses.
El apartado, que debería incluir información como participación en empresas, beneficios públicos de estas, clientes principales y si participa en la toma de decisiones, se encuentra totalmente vacío, lo que posiblemente significa que Xóchitl Gálvez no quiso que estos datos fueran públicos.
El tema del patrimonio de Gálvez llegó al Senado, con una discusión en la que se habló sobre un posible conflicto de intereses y provocó una serie de acusaciones entre legisladores, luego de que Gabriel García Hernández, de Morena, ponchara globos con el nombre de su empresa y rostros de la oposición.
El Financiero