La tarde de este jueves 16 de febrero se confirmó la muerte de Marina Herrera Aragón, a los 95 años, conocida en el ambiente artístico como Marilú “La muñequita que canta”, quien fuera una estrella del Cine de Oro, pues además de ser intérprete de boleros, y destacar desde niña con su voz, fue una reconocida actriz. Hasta el momento se desconocen las causas del fallecimiento.
“La Asociación Nacional de Actores lamenta profundamente el fallecimiento de nuestra compañera Marina Herrera Aragón, Marilú ‘La muñequita que canta’. Nuestras condolencias a sus familiares y amigos. Descanse en Paz”, fueron las palabras con las que la ANDA despidió a la artista de melodiosa voz, que todavía hasta hace unos años seguía interpretando sus clásicos boleros que la dieron a conocer en el mundo del espectáculo.
Marina Herrera Aragón nació en Cárdenas, San Luis Potosí, el 18 de julio de 1927. Inició su carrera artística en 1939, a los 12 años, cuando ganó un concurso de canto y se unió a la compañía de un comediante llamado Don Catarino. En noviembre de 1940 se integró a la compañía de Paco Miller. En la Ciudad de México, Marilú se convirtió en una intérprete de la estación de radio XEW y También cantó en el Teatro Lírico y el Teatro Follies.
En el año 1943, cantó en el centro nocturno Waikiki y se unió a la compañía de Alfonso Brito en el Carpa Colonial. Herrera Aragón se casó con el caricaturista David Carrillo, fundador de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas, con quien estuvo por 40 años, hasta que el celebre dibujante falleció en el 2015.
Su paso por el Cine de Oro
Después de firmar un contrato con la productora Filmex, Marilú estudió arte dramático y pronto llegó al Cine de Oro, donde debutó con la película “La liga de las canciones”, a la que siguieron cintas como “Ahí viene Vidal Tenorio”, “Dos tenorios de barrio”, “Los hijos de nadie”, “La cobarde”, “Martes 13”, “Estoy hecho un demonio” y “Destino de un capricho”, entre otras. Su filmografía la integran más de 20 películas.
Compartió créditos con importantes figuras como Joaquín Pardavé, con quien trabajó en tres filmes: “Los hijos de don Venancio”, “Los nietos de don Venancio” y “El barchante Neguib”. En una entrevista para Notimex, Marina Herrera recordó la amistad que tuvo con Pedro Infante, cuando coincidieron en el teatro Tívoli, momento en que el “ídolo de México” abandonó el trabajo para dedicarse a buscar los restos de su amiga Blanca Estela Pavón, víctima de un avionazo cerca de la Ciudad de México, en 1949.
El Heraldo de México