Funcionarios de la ciudad y policías informaron que la semana pasada falleció un niño de 1 año, al interior de una guardería de Nueva York por una aparente exposición a opioides.
El paquete encontrado que contenía fentanilo fue valuado en varios miles de dólares, de acuerdo con las autoridades, la dueña de la guardería sostuvo que no tenía conocimiento de la presencia de la potente droga, la cual dejó a otros tres menores enfermos, incluida una niña de 8 meses que arrojó positivo a fentanilo.
Las autoridades encontraron residuos de la droga debajo de una colchoneta en la que los niños dormían la siesta, dijo el jefe de detectives del Departamento de Policía de Nueva York, Joseph Kenny, en una conferencia de prensa el lunes.
Grei Mendez, quien operaba la guardería Divino Niño dentro de un apartamento del Bronx, se declaró inocente el domingo a cargos de homicidio por la muerte de Nicholas Dominici. Un hombre de 41 años que alquilaba una habitación dentro del apartamento, Carlisto Acevedo Brito, espera ser acusado formalmente por los mismos cargos.
La policía informó que recuperó alrededor de un kilogramo de fentanilo, junto con una prensa utilizada para combinar la droga con otros narcóticos, dentro de un armario ubicado en un pasillo que conectaba al apartamento. La policía descubrió una segunda prensa dentro de la habitación que ocupaba Brito, según una denuncia penal.
“No vamos a permitir que ocurra un incidente de este tipo e ignorarlo como si fuera tan sólo la tragedia del día en la ciudad”, dijo el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams.
Adams expresó su frustración con los adultos que llevan fentanilo a cualquier lugar en el que haya niños, dado que ingerir siquiera una pequeña cantidad del narcótico en estado puro podría matar a un adulto.
“Esta es una absoluta locura”, declaró.
Andrés Aranda, abogado de Méndez, dijo que su cliente vivía en un lugar ubicado sobre la guardería y le alquilaba una habitación a Brito, el primo de su esposo, por alrededor de 200 dólares al mes.
Nueva York permite guarderías en lugares residenciales para un pequeño número de niños, siempre que cuenten con permiso y se lleven a cabo inspecciones.
“Aparentemente, cuando la guardería estaba cerrada, había personas que entraban y salían del apartamento”, comentó Aranda.
El viernes fue un “día normal” dentro de la guardería, en el que Mendez llevó a los niños al piso superior, les leyó, les cocinó y los mandó a dormir, comentó el abogado. Pero cuando Dominici no despertó de su siesta, ella se asustó y llamó al número de emergencias 911 y comenzó a gritarle a sus vecinos, declaró Aranda.
Mendez, de 36 años, que también trabaja como asistente de salud, fue enviada a la isla Rikers sin fianza después de una comparecencia el domingo por la noche. Un mensaje dejado con el abogado de Brito no fue respondido por el momento.
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