A LO QUE TE TRUJE / Por Chencha.
Un nuevo round se dio lastimosamente en las últimas horas en San Luis, el diferendo entre los dos extremos de la Plaza de Armas ahora no tienen que ver con un servicio, sino con un hecho y es un acontecimiento sangriento que sembró terror y muerte.
Ya entrado el lunes 10, en el Barrio de Tlaxcala, cuna de la familia Gallardo, se sufrió en un baile popular un ataque armado en el que criminales motorizados dispararon contra la concurrencia, dejando cerca de 20 heridos y 2 personas muertas.
Aún más patético y desalentador resultó ver las condiciones en las que las autoridades se quisieron deslindar de sus propias responsabilidades apuntando al otro.
El predio donde se dio la fiesta es propiedad del empresario José Luis Chalita Manzur (ex candidato frustrado a la alcaldía de la capital por R.S.P.) quien anunció en un video que “prestó” al comandante de la policía municipal capitalina Manolo Balderas Ochoa el mismo y se usaba para la promoción de actividades atléticas de los jóvenes de la región. En el mismo video aclaró que al haber “prestado” a Balderas el espacio el no tenía responsabilidad en el manejo del lugar.
El mando policiaco fue entrevistado y evadió dar una posición clara pero su jefe el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana capitalino Juan Antonio Villa indicó que el baile era clandestino y que acudieron como primeros respondientes al llamado de emergencia, que los acuerdos privados entre el policía municipal y el empresario eran ajenos a su puesto público. Horas después el alcalde Galindo separó de su cargo a Balderas, de manera temporal, mientras se deslindan responsabilidades. Hay que señalar que Villa es un ave de tempestades que no termina de conectar ni con el puesto, ni con la ciudadanía, lejano en empatía y sobrado en su jurisdicción.
La responsabilidad sobre los “préstamos”, la responsabilidad de un policía y la ausencia de orden un flamante “barrio mágico”, son un coctél abrasivo.
Parte de un fin de semana con una violenta erupción de condiciones altamente preocupantes si tomamos en cuenta que no solo en el baile sucedió la tragedia antes referida sino que otro “comando armado” atacó a una familia cuando llegaban a la central camionera resultando con la muerte de una mujer y su bebé de dos años.
En Tlaxcala los videos que corrieron como pólvora en internet y redes nos causaron una pesadilla permanente al ver como estaban expuestos niños y familias, se ven y escuchan sus voces, las que representan el pánico que comienza a surgir.
Con los dos gobiernos haciendo una telenovela con narrativas de deslinde y acusación a su contraparte nadie gana, ni la ciudadanía al sentir que sus autoridades responden adecuadamente, ni los que tienen responsabilidad directa (municipio), ni los que tienen la máxima responsabilidad y control a través del mando único (gobierno estatal), repartir muertos no es negocio y cuando alguien falta en casa, el dolor cobra facturas que no se sacian con nada. Con nada.
¡BOFO CARRERAS Y SUS DESCARADOS COMPINCHES!
Se volvieron a dar a conocer las triquiñuelas con las que escondían la basura debajo de la alfombra, y es que no se hicieron camote para registrar al sistema financiero la deuda completa de la Dirección General de Pensiones, para no elevar su deuda pública. Unos contrarecibos con cantidades indecentes se acumularon fuera del foco del escrutinio político y en otro espacio para no hacer caja en la cuenta pública que terminaron triplicando el hoyo financiero que hoy toca encarar… Una solución urgente y valiente es indispensable. El tiempo se agota y los dineros también. Sería muuuuuuuy interesante que Alejandro “Kako” Leal, el diputado y vergonzoso representante del Carrerato responda porqué maquillaron cifras, qué hicieron con esta condición realmente y si el no tuvo conocimiento de nada…
SOLIDARIDAD Y EMPATÍA A LOS DEUDOS DE LOS HECHOS VIOLENTOS QUE ENSOMBRECEN EL PANORAMA DEL POTOSÍ.