La viuda fundamentó su solicitud argumentando que tanto ella como su difunto esposo habían planeado utilizar el esperma para concebir un hijo.
Un reciente fallo emitido por el Tribunal Supremo de Australia Occidental ha permitido a una viuda de 62 años extraer y conservar el esperma de su esposo recientemente fallecido. Aunque la aprobación se ha concedido, no garantiza automáticamente su uso para concebir un hijo.
La decisión judicial surgió luego de una solicitud urgente presentada por la mujer, cuya identidad permanece en el anonimato por razones legales, el pasado 18 de diciembre. La solicitud buscaba obtener permiso para la extracción postmortem del esperma de su esposo, de 61 años, después de que el hospital inicialmente se negara a acceder a su petición.
La viuda fundamentó su solicitud argumentando que tanto ella como su difunto esposo habían planeado utilizar el esperma para concebir un hijo. Esta decisión se basó en la pérdida trágica de sus dos únicos hijos en accidentes separados hace aproximadamente una década, a edades tempranas.
Durante la audiencia, la mujer destacó que una pariente joven, residente en Filipinas, se había ofrecido como vientre subrogado. Sin embargo, las leyes en ese país requerían la presencia del hombre durante un periodo de tiempo, lo que presentaba desafíos adicionales debido a las restricciones de la pandemia de COVID-19.
La juez Fiona Seaward, al emitir el fallo a favor de la viuda, reprendió al hospital por su negativa inicial en un momento tan delicado. Sin embargo, enfatizó que la orden del tribunal para extraer y preservar el esperma no autoriza su uso sin una orden adicional.
La magistrada señaló que las órdenes emitidas no abordan la cuestión de si la solicitante cumple con los criterios legales para utilizar el esperma en un procedimiento de fertilización póstuma.
Actualmente, la mujer podría buscar trasladar su caso a otra jurisdicción australiana, como Queensland, donde la legislación respecto a la fertilización póstuma es distinta.
– Excelsior