Si buscas hacerte algunos cambios físicos, ten cuidado con quién acudes, no te vaya a pasar lo mismo que le ocurrió a una mujer que fue al médico por una cirugía de glúteos y le inyectaron aceite para autos.
La mujer fue identificada como Paula Flores, quien tras dos años de ahorro quiso darse un ‘gustito’ por su cumpleaños y hacerse una intervención para aumentar sus glúteos al menos 750 mililitros por cada lado.
“De regalo de 50 años, trato de hacer lo posible de juntar la cantidad. El doctor me dijo que me iban a poner un líquido y me pusieron 750 ml de cada lado y después se me inflamaron totalmente“, comentó.
Lo que debía ser un proceso que la dejaría fascinada, terminó convirtiéndose en una tragedia. Paula agregó que tras la operación de gluteoplastia, presentó dolores en el cuerpo, fiebre y vio una deformidad en la zona.
Dejó pasar el tiempo, creyendo que era algo normal de la operación, hasta que su situación empeoró y su familia tuvo que trasladarla de emergencia al hospital. Una vez ahí, los médicos le dijeron que estaba delicada de salud y detectaron que tenía “sustancias apócrifas” en el cuerpo, entre ellas el aceite para autos.
Luego de recuperarse, Paula acudió a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) y presentó una queja por negligencia médica. Ahí comenzó la investigación donde se descubrió que los que intervinieron su cuerpo no eran cirujanos plásticos sino que estaban especializados en medicina estética.
Con la denuncia impuesta, el titular de la Conamed, Miguel Ángel Lezana Fernández, instó que para evitar una mala intervención, todas las personas verifiquen que el o la especialista que los atiende cuente con cédula profesional, cédula de especialidad y una certificación del consejo de especialidad y así evitar el problema que vivió Paula.
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