Nadie ha fotografiado de forma tan increíble el Volcán de Fuego de Colima como el mexicano Sergio Tapiro

Quince años con la vista puesta en el Volcán de Colima, manejando una técnica fotográfica impecable, y logrando tomas tan impactantes como la que encabeza este post titulada “El Poder de la Naturaleza” que le valió el World Press Photo 2016, hablo de Sergio Tapiro Velasco, un fotoperiodista, y documentalista y fotógrafo de la naturaleza que es orgullosamente mexicano.

El Volcán de Fuego de Colima ha sido centro de atención de diversos espacios informativos tanto en México como en el extranjero, y esto ha sido gracias al trabajo de Sergio, un enamorado del volcán que se dedica a verlo y a plasmar en fotografías y videos la actividad de este coloso “escupe-fuego”.

Vivir cerca del Volcán es emocionante pero también cotidiano, muchos habitantes de nuestro país viven cerca de los volcanes, y hasta cierto punto se torna algo de todos los días. El volcán es un vecino simpático que da bonitos paisajes, pero que también en ocasiones es algo agresivo y da un poco de miedo.

Los volcanes forman parte de la geografía y también del imaginario de las personas de distintos estados del país. Sergio normalmente se encuentra a unos treinta kilómetros del volcán y una de las cosas que más le gusta es acercarse al volcán, descubrirlo en todos sus ángulos y en todos sus momentos, además de que ahora mismo el Volcán de Fuego de Colima es uno de los más activos del país y del mundo.

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Entre erupciones y explosiones

Una erupción efusiva es aquella que consiste en la expulsión de lava, que puede fluir por las laderas del volcán, o bien salir a presión a varios metros de altura, de noche definitivamente es un gran espectáculo.

Una erupción explosiva que consiste en diversas explosiones que forman flujos piroclásticos y columnas de ceniza muy altas, este es el tipo de actividad que ha desarrollado el Volcán de Colima durante el mes de enero. De hecho el 25 de enero una columna de cenizas que expulsó el Volcán de Colima fue visible desde Guadalajara, a unas tres horas de distancia en auto.

Técnica + Pasión

El tener una buena técnica fotográfica ayuda, pero Sergio siente un cariño y una admiración por el volcán pues se siente parte de su tierra, de Colima, para él estar cerca del volcán es una oportunidad para imaginarse cómo lo veían las personas del pasado, nuestros ancestros que también debieron convivir con ellos día a día. Es ser testigo el día de hoy, de un fenómeno natural que ha permanecido casi inmutable desde que el ser humano pisó la tierra por primera vez.

Además le gusta también entender los volcanes desde un punto de vista científico, la investigación acompaña a cada una de sus tomas, pues está siempre pendiente de los reportes que puedan indicarle el mejor ángulo para capturar una instantánea de concurso.

Por si esto fuera poco, el volcán también lo ha acompañado en momentos muy importantes de su vida, su testimonio gráfico es un recordatorio de que cuando nosotros nos vayamos de esta vida, el volcán permanecerá.

Tapiro

También en ocasiones el miedo lo ha acompañado en sus excursiones nocturnas para fotografiar el volcán, pues ha de apartarse de la civilización, cargar solo con su cámara y sus pensamientos y en ocasiones le ha tocado escuchar ruidos de animales salvajes que se encuentran acechando a alguna presa en su cacería nocturna. Hay más miedo en la soledad y en los animales salvajes que en lo que pueda suceder por estar cerca del volcán, pues aunque es impredecible, Sergio va siempre bien informado, con gran precaución y un buen casco para amortiguar las piedras que de vez en cuando son expulsadas por el cráter.

Para él el proyecto de los volcanes fue una herramienta para vencer muchos miedos, el miedo a la oscuridad, a los animales, el delirio de persecución, ya que al estar frente al volcán solo ante una manifestación de la naturaleza. Curiosamente para Sergio fotografiar volcanse empezó en un momento un poco triste de su vida, y en lugar de irse a una cantina a ahogar las penas, tomó su Nikon y su Pentax y se fue a fotografiar el volcán, esto fue en enero de 2002, hace ya quince años.

Rayos, ceniza, lava, fuego, flujos piroclásticos

Es común que en las grandes erupciones volcánicas haya rayos, recientemente se empezó a estudiar el por qué se producen, y al parecer todo tiene que ver con la ionización de las partículas de ceniza que producen descargas eléctricas. Si bien el volcán de Colima lleva ya varios años en constante actividad, estos arcos eléctricos (relámpagos o rayos) solo se habían observado antes en 2005 en explosiones grandes, y estos fenómenos solamente se aprecian de noche.

En marzo de 2015 también se dieron estos rayos en las columnas de ceniza, y el 13 de diciembre de 2015, pudo captar el rayo más grande con una longitud de unos 600 metros, y la luz que produjo fue capaz de iluminar buena parte de la escena, como si fuera un flash gigante que iluminara la noche.

Este fenómeno no es exclusivo del volcán de Colima, y hace unos días (27 de enero), Sergio tuvo la fortuna de captar otra imagen donde un rayo ilumina el paisaje nocturno.

Hacer la foto que le otorgó el World Press Photo le tomó estar 20 noches fuera de su casa, para la foto de este mes, “solo” le tomó 5 días, y el secreto es esperar el momento adecuado, tener paciencia y conocer tanto el entorno como lo que está sucediendo dentro del volcán, su gran ventaja con respecto a otros fotógrafos se basa en tener suerte, ser paciente, y tener todo el tiempo del mundo para lograr la toma más impactante.

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Como fotoperiodista le tocó estar relativamente cerca (a 7.5km del cráter del volcán) de un flujo piroclástico en el cual de una nube de lluvia empezaron a brotar “bolas de ceniza”, que comenzaron a salir de la nube y multiplicarse. Se detuvo a la orilla del camino de tierra, y empezó a hacer fotos, de pronto se empezaron a generar remolinos, y se comienza a acercar la oleada piroclástica, junto con una lluvia de piedritas de menos de un centímetro, afortunadamente, no venía hacia ellos, pues en un radio de 8 kilómetros todo quedó calcinado en las barrancas, al día siguiente hubo otra oleada piroclástica con un alcance de 10.5 kilómetros en las barrancas, y fue justo esta imagen la que empezó a darle cierto reconocimiento en las redes sociales.

Foto nocturna

Para hacer fotos nocturnas las exposiciones suelen ser muy largas, lo cual requiere un buen equipo fotográfico, un buen tripié y un sensor que no te genere tanto ruido. La mayor parte de sus fotos tienen una exposición de 30 segundos, sin embargo, la foto que le dio el World Press Photo se hizo en 8 segundos, ISO 3200, lente 70-200 a 195mm, y cámara Canon 6D, la foto de enero tuvo un lente 70-200 a 135mm, 4 segundos y un ISO 1600. Esto quiere decir que hay muchos factores a tomar en cuenta a la hora de disparar, primero qué es lo que se quiere obtener, y después intentar a prueba y error para saber qué cosas puedes lograr.

Si no fuera por la experimentación, no hubiera sido posible alcanzar estas imágenes que sin duda, han dado a Sergio una proyección internacional, ayudado en parte por sus redes sociales, ya que como él comenta, ser fotógrafo en México no es nada sencillo.

Ser fotógrafo en México

Pareciera ser sencillo tomar la cámara y salir por ahí a ganarse la vida, sin embargo es muy complicado, aquí la fotografía de naturaleza no es apreciada, los fotógrafos no tienen acceso a apoyos o canales adecuados para distribuir su trabajo. Las propias galerías de arte desprecian las fotos de paisaje clásico, y cuando los llegan a exhibir en alguna galería, el fotógrafo se lleva solo el 40% de lo que se obtuvo por su trabajo.

Los canales oficiales requieren que entres a los circuitos culturales y te apegues a las normas establecidas por las instituciones, lo cual hace que solo quienes consiguen una beca de Conaculta o de los Institutos de Cultura de los Estados puedan vivir holgadamente de sus fotografías.

México

Para Sergio los canales que le han funcionado han sido Facebook, Twitter, Instagram, pero sin duda World Press Photo ha sido su mejor escaparate, dado que la exposición itinerante abarca 45 países, y en México tuvo dos sedes, una en Tijuana y otra en la Ciudad de México. Esto por supuesto le ha otorgado cierto estatus y renombre como fotógrafo, pero no le hace más fácil el camino de dedicarse a lo que ama.

Su siguiente mercado es el de la compra-venta de fotografías por internet para seguir colocando su visión particular del mundo y del volcán en manos de más personas, su ideal de vida es seguir tomando fotografías del volcán hasta el día que se muera o que no pueda seguir tomando fotos.

Para Sergio hacer fotos no es un trabajo, es más como una obsesión que casi raya en la locura, pero que realiza con muchísimo amor, pues le encanta estar en la naturaleza y tomar fotografías, pero lo que más disfruta es poder trabar amistad con otras personas, con otros fotógrafos y poder compartir su sapiencia con otras personas en clases o talleres, porque para él, lo más importante es no solo amar lo que se hace, sino compartir la pasión por hacerlo.Sergio ‘Tapiro’ Velasco, ha confirmado que ganó el premio como Mejor Fotógrafo de Viajes 2017 de National Geographic.

Aquí una galería que muestra el talento de este mexicano:

Sergio
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Todas las fotos de este artículo pertenecen a Sergio Tapiro

Más información | Sergio Tapiro

Xataka

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